La utilización de beta-glucanasa, como suplemento en la alimentación de los cerdos, mejora la digestibilidad de la dieta y el desarrollo de los cerdos, siempre que ésta tenga un nivel bajo de lactosa. Por el contrario, en dietas con altos niveles de lactosa no se constató ninguna respuesta. Así lo ha puesto de manifiesto una investigación llevada a cabo en la Universidad de Dublín y cuyos resultados se han publicado en Animal Feed Science y Technology.
En el estudio se analizó la interacción de dietas con alto o bajo nivel de lactosa, con o sin el suplemento de la enzima endo-1,3 (4)-ß-glucanasa y con cebada cruda o tostada. Se tomaron 144 lechones destetados (24 días y 6,5 kg de peso) a los que se les proporcionó una de las siguientes seis dietas (n = 6) durante 21 días: (1) 170 g lactosa/kg y cebada (250 g/kg), (2) 275 g lactosa/kg y cebada (250 g/kg), (3) 170 g lactosa/kg y cebada tostada en copos (250 g/kg), (4) 275 g lactosa/kg y cebada tostada en copos (250 g/kg), (5) 170 g lactosa/kg y cebada (250 g/kg) más ß-glucanasa, (6) 275 g lactosa/kg y cebada (250 g/kg) más ß-glucanasa.
Los cerdos a los que se les proporcionó una dieta rica en lactosa mostraron un aumento significativo de la concentración de ácidos grasos volátiles y de las proporciones molares del ácido butírico, mientras que tuvieron una reducción de la concentración de ácido acético en comparación con aquellos cerdos a los que se les ofreció una dieta baja en lactosa. Los cerdos a los que se les proporcionó dieta suplementada con beta-glucanasa mostraron una concentración más baja de ácidos grasos volátiles que los que recibieron la dieta sin suplemento.
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