El Panel de Sanidad y Bienestar Animal de la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) considera que si bien, no se ha encontrado un único mecanismo que sea responsable de la supervivencia del virus de la lengua azul a lo largo del invierno, los Culicoides infectados siguen siendo la vía más probable. Aunque datos recientes han mostrado que en áreas geográficamente diferentes a lo largo de Europa, algunos Culioides pueden permanecer activos en el interior durante el invierno, no está claro el papel de estos insectos en cuanto a la prolongación del período de transmisión del virus. Según la EFSA, en algunas zonas geográficas de Europa no hay periodos absolutos en los que se encuentren libres de los vectores.
Dado que en la actualidad hay poca información sobre las actividades invernales del Culicoides en el interior y sobre su habilidad para extender la enfermedad, los expertos comunitarios han recomendado a los Estados miembro que lleven a cabo intensos análisis a nivel regional, ya que el patrón de vida de estos insectos puede depender de la estación y su localización.
En cuanto a la efectividad de los insecticidas, el Panel considera que pueden ser usados para limitar la población de Culicoides y sus niveles de picaduras, con lo que se reduce el consiguiente riesgo de transmisión de virus de la lengua azul. Sin embargo, no debería ser la única medida para proteger a los animales contra la lengua azul.
Para el próximo mes de septiembre, el Panel emitirá una opinión adicional específicamente sobre los riesgos ligados al tránsito de los animales en las zonas infectadas por la enfermedad.
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