Almería, 20 de enero de 2009.- ASAJA-Almería se ha hecho eco de las insistentes llamadas que se están recibiendo desde las comunidades de regantes debido al incremento en el coste de las facturas de consumo eléctrico. Como bien es sabido, la energía eléctrica es esencial para la extracción del agua procedente del subsuelo para la desalación y para la elevación de este líquido esencial para la agricultura, hasta las explotaciones agrícolas.
En estos días son numerosas las comunidades de regantes que están celebrando diversas asambleas para subir el precio del agua para hacer frente a los nuevos recibos de energía eléctrica que conllevan en muchos casos un incremento de hasta el 50% del precio de hace un año.
Así, en el caso del agua desalada un m3 pasará a costar 0,11 euros más que en enero de 2008, según manifiesta Pascual Soler, vicepresidente de ASAJA y presidente de la SAT de riego Palomasol. Y es que si bien hace un año el m3 de agua desalada costaba 0,51 ya en la explotación agraria, ahora pasaría a costar 0,62 euros.
En el caso de la lechuga, sólo en el primer riego costaría hoy 110 euros/ha más que el año pasado, siendo el coste total del agua en la cosecha de 1.550 euros cuando las ventas de esta misma producción no llegan a los 5.000 euros. A este gasto debemos añadir otros gastos como semillas, mano de obra o plástico para el suelo, lo que hace prácticamente inviable este cultivo.
Según estimaciones de los servicios técnicos de ASAJA, si los productores dejasen de plantar este cultivo se perderían más de 500.000 jornadas de trabajo, incrementándose las listas de desempleados en 1.500 personas.
Sin lugar a dudas, el perjuicio que provoca la subida del coste energético para estas comunidades de regantes es mayor que el beneficio que proporciona al Gobierno esta subida.
Para otros cultivos los datos son similares y ello está provocando el descontento entre los regantes que ven cómo estos costes se incrementan hasta llevar al límite la viabilidad de las explotaciones agrarias.
ASAJA-Almería considera que las circunstancias de los regadíos en Almería son diferentes a las de otras provincias e incluso Comunidades Autónomas ya que, en nuestra provincia la mayor parte del agua que se emplea se extrae del subsuelo lo que conlleva un alto coste energético. Además se está incorporando el uso de agua desalada, que presenta un mayor coste.
Por estos motivos, ASAJA-Almería va a realizar en febrero varias jornadas para tratar el coste del agua de uso agrícola; también está previsto mantener varias reuniones a nivel provincial, autonómico y estatal para pedir un precio de la energía eléctrica usada en regadío que permita un coste del agua viable para el mantenimiento de las explotaciones agrícolas.
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