Remolacha, cebolla, alfalfa y cereales son los cultivos más afectados, tras el desbordamiento del Arroyo Salado en la localidad del Palmar de Troya. Este desbordamiento, ha afectado a un trayecto de más de 14 kilómetros, en ambas lindes de su cauce, en el que ha producido la inundación de cientos de hectáreas de cultivos y provocando cuantiosas pérdidas a los agricultores.
Según las primeras estimaciones realizadas sobre los daños causados en la zona, se calcula que sólo el 30% de la superficie afectada se salve de los efectos devastadores de las inundaciones, lo que supone que sólo 90 de las 300 hectáreas afectadas, puedan resultar productivas.
No son sólo las pérdidas sufridas en los cultivos, sino también a nivel de infraestructuras, este temporal ha causado graves desperfectos, ya que ha destrozado los plásticos y los sistemas de riego de las explotaciones. A esto hay que unirle que la zona alberga bastantes viviendas rusticas que se han visto literalmente rodeadas de agua, dejando incomunicados a los vecinos durante días.
Desde UPA-Sevilla reclamamos una solución y denunciamos que esta situación hubiera podido evitarse con un coste mucho menor del que van a tener los destrozos causados por las inundaciones. Una mayor planificación, el simple adecentado de los cauces cada 3-4 años podrían paliar en gran medida esta situación en lo sucesivo. Por no citar, medidas algo más cuantiosas, y a su vez, mucho más efectivas como sería la conexión del arroyo Salado con el Canal del Bajo Guadalquivir.
Este hecho que se viene reclamando desde hace mucho tiempo sin que se haya obtenido respuesta, esta perjudicando gravemente a muchos agricultores cuyo medio de subsistencia son sus cultivos y que contemplan con impotencia como se pierden sus cosechas. Por lo que creemos necesario que se tomen medidas inmediatas y no sólo a largo plazo, para cubrir las pérdidas de los agricultores de la zona.
Como todos sabemos, en nuestra provincia, cuando llueve, suele hacerlo sobre mojado, de manera intensa y concentrada en un corto periodo de tiempo. El fuerte aumento de las precipitaciones de este año, superando en más de tres veces nuestra media pluviométrica, hubiese sido motivo suficiente, dadas las características de los terrenos sevillanos con una baja pendiente en su mayoría, para producir daños por anegación de tierras, provocar pérdidas de cultivos e imposibilitar la realización de cualquier labor en los terrenos durante semanas.
En la localidad del Palmar de Troya, esta situación además se ve acrecentada por 2 factores. En primer lugar, el arroyo Salado a su paso por dicha localidad, tiene todo su cauce obstruido, por carrizos cañas y arena, debido a que no se ha limpiado durante años. Lo que provoca de manera inevitable, con la llegada de las lluvias, su desbordamiento a lo largo de un gran recorrido, inundando las tierras colindantes y provocando cuantiosos daños en cultivos. Si tenemos en cuenta que este año esta resultando particularmente lluvioso, es fácil deducir que la repercusión de las lluvias esta siendo también mucho mayor en estos momentos.
En segundo lugar hay que recordar que el pantano “Torre del Águila”, esta situado en los aledaños del Palmar de Troya, y que su desembalse se realiza precisamente al Arroyo Salado, y como cabe suponer, este año han sido especialmente dañinas las consecuencias de esta “suelta de agua”.
Así mismo, queremos lanzar una reflexión en estos tiempos, en los que nos encontramos luchando por un uso más racional y sostenible de nuestros recursos y en especial de un bien tan escaso como es el agua y tan necesaria en los períodos de sequia, para que realicemos un mayor aprovechamiento de los recursos hídricos, como la reutilización del agua de lluvia, que nos de otra alternativa que la de enviar el agua al mar.
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