El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria ha decidido prorrogar hasta el 31 de diciembre próximo, las medidas de seguridad impuestas a las importaciones de alimentos y piensos procedente de ciertas zonas de Japón, afectadas por el incidente nuclear.

Estas medidas, que inicialmente se adoptaron en marzo pasado, establecen que las importaciones de alimentos y piensos de 12 prefecturas deben ir acompañados de una declaración proporcionada por las autoridades niponas que acredite que el producto no contiene niveles de radionucleidos que excedan los niveles máximos permitidos en la UE. Los radionucleidos son elementos radiactivos y la reglamentación comunitaria hace referencia específica al yodo-131, cesio-134 y cesio-137.

Las importaciones de alimentos y piensos de las 35 restantes prefecturas tienen que ir acompañadas de una declaración sobre su origen y son sometidas a un régimen reforzado de muestreo (se analiza el 20% de los lotes).