La situación de la Peste Porcina Africana (PPA) en Rusia parece fuera de control.
El jefe de los Servicios Veterinarios Rusos, Rosselkhoznador, Sergey Dankvert, se mostró muy desolado en su intervención en la World Pork Conference, señalando que dado que no existe una vacuna contra la enfermedad, resulta muy difícil luchar contra ella. No se sabe si el virus podría llegar a los países bálticos o a través de Ucrania a Hungría y en tal caso, cuando se produciría esta propagación.

El número de casos no deja de aumentar y la preocupación aumenta en los países limítrofes. Dinamarca realizó en la segunda semana de octubre un ejercicio de simulación con otros países del norte de Europa para ver que ocurría de entrar en el virus en dichos países y para testear sus planes de contingencia.

La PPA llegó a Rusia a través de Georgia, donde el primer caso se comunicó a la OIE en 2007, siendo el primer caso de la enfermedad que se producía en esta parte de Europa. El virus llegó a Rusia a finales de 2009, inicialmente en el oblast Kaliningradskaya. A lo largo de 2010 se produjeron focos en las regiones de Rostov y Volgograd. A finales de ese año, la enfermedad saltó del sur del país hacia al norte, a la región de San Petesburgo. Al inicio de 2011 se registraban casos en las regiones de Volgograd, Rostov, Kaliningrad y Krasnodar, en el sur, así como también en las de Arkhangelsk y Murmansk.

Se cree que en gran parte, la propagación de la enfermedad se debe a acciones indebidas por parte de algunos ganaderos para ocultar la enfermedad. Se han encontrado cadáveres de cerdos tirados en basureros y casos de no haber mandado muestras de animales sospechosos al laboratorio. Por este motivo, la administración rusa ha decidido no pagar compensación por el sacrificio de animales a las explotaciones donde se detecte algún tipo de irregularidad en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad.