En los últimos días hemos visto como desde la alcaldía de Ávila se está tratando, tanto con la Ministra de Agricultura como con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, de poner en marcha el proyecto consistente en bombear agua desde el embalse de Las Cogotas hasta la Estación de Tratamiento de Agua Potable de la ciudad, ante la acuciante reducción de reservas en los embalses que abastecen a la ciudad.
El embalse de Las Cogotas, con una capacidad de 60 Hm3, se proyectó para 7.500 ha de riego. Poco a poco se ha ido detrayendo capacidad para otros usos. Por un lado, para abastecer a un gran número de poblaciones situadas al norte de la provincia, debido a la no potabilidad de las aguas del subsuelo, tradicionalmente utilizadas para su suministro, causada por la aparición de dosis de arsénico disueltas, que la hacen no apta para el consumo humano. Por otra parte, se requiere que el río Adaja mantenga un caudal suficiente para que se pueda detraer agua de él para abastecimiento de otras poblaciones aguas abajo del embalse. Todo está yendo en detrimento de la viabilidad de las explotaciones agrícolas de la zona regable correspondiente al embalse.
Hemos de tener en cuenta que viene siendo muy frecuente que gran parte de los años se tenga que reducir la superficie de riego debido a temporadas de sequía, reducción que llegó a ser del 50% en el año 2012. En la actualidad el embalse se encuentra al 24% de su capacidad, la mitad que hace un año, por lo que la reducción de superficie regable para la próxima campaña, salvo la aparición de lluvias excepcionales en los meses venideros, será segura. Y es que los agricultores, rieguen o no rieguen, tienen que seguir pagando los préstamos correspondientes a las inversiones realizadas para la transformación en riego de sus parcelas.
UCCL-Ávila considera que la solución para el abastecimiento de la capital ha de venir de las aguas altas del río Alberche, con las cuales se podrían rellenar los embales de Becerril y Serones, con un agua de gran calidad, a diferencia del agua que se obtendría del embalse de Las Cogotas, aguas debajo de la Estación de Tratamiento de Aguas Residuales de la ciudad. De esta forma se ahorrarían costes de bombeo y se aumentaría el caudal del agua que se almacenaría en el embalse de Las Cogotas, con lo que se reducirían los recortes de superficie regable de tal embalse.
La provincia de Ávila no es pobre en generación de recursos hídricos, pero sí lo es en su utilización. Si analizamos los ríos más importantes de la provincia, que además nacen en ella, así lo evidenciamos. El embalse de El Burguillo, que recoge las aguas del Alberche, sirve para el riego, en las provincias de Madrid y Toledo, y para abastecimiento de poblaciones de Madrid por su aportación al Canal de Isabel II. Las aguas del río Tiétar son recogidas en el embalse de El Rosarito y de nada se beneficia la provincia. En cuanto al río Tormes la situación es la misma, ya que el embalse de Santa Teresa sólo beneficia a la provincia de Salamanca. El único embalse de que se benefician las gentes de Ávila es el de Las Cogotas.
Los políticos que salgan elegidos en los comicios del próximo domingo habrían de defender con más ahínco los intereses de la provincia, y luchar para que los recursos de la provincia se utilicen en ella.
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