Antes del próximo 1 de febrero, el Ministerio de
Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, tiene que publicar oficialmente la
resolución sobre el porcentaje de autorizaciones de nuevas plantaciones de
viñedo para 2016. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos
(COAG) rechaza el aumento de 0,6% (cerca de 6.000 hectáreas) fijado por el
MAGRAMA. Desde esta organización se aboga por un mínimo incremento del 0,2%
(1.900 hectáreas), orientado principalmente a los jóvenes agricultores
profesionales, con el objetivo de incentivar el relevo generacional en el
sector.
“Hemos pedido al Ministerio
máxima prudencia ante el nuevo sistema de autorizaciones de plantación de viñedo
ya que no conocemos la dinámica que mantendrá el sector ni el impacto de las
nuevas autorizaciones.
Además, lamentamos que los criterios marcados por el Ministerio de
Agricultura para establecer la prioridad en la concesión de nuevas
autorizaciones penalicen a los viticultores profesionales, especialmente a los
jóvenes”, ha subrayado Joaquín Vizcaíno, responsable del sector
vitivinícola de COAG.
La normativa vigente da prioridad en la concesión
de autorizaciones de plantación a menores de 40 años que no cuenten con viñedo a
su nombre. Para COAG es especialmente injusta la situación que sufren los
agricultores jóvenes: si antes se les obligaba a contar con cierta cantidad de
viñedo para recibir las ayudas de Primera Instalación, el nuevo sistema les
penaliza a la hora de recibir nuevas autorizaciones si previamente tienen viñas
a su nombre.
Un contexto que no
invita a un crecimiento desordenado
1.
Vendimiar “a
pérdidas”.
Salvo en determinadas Denominaciones de Origen, las explotaciones vitícolas
tienen la rentabilidad muy comprometida. En las últimas campañas han sufrido
unas significativas caídas de precios de la uva para vinificación, en algunos
casos superiores al 20%. El último estudio económico del MAGRAMA sobre el sector
Vitivinicola en 2014, recoge unas pérdidas de 22.000 euros en un explotación
tipo en España, (- 427€/hectárea).
2.
Impacto de la
reconversión a espaldera y en regadío.
Las superficie reestructurada con
reconversión a espaldera y en regadío, incrementa de media el rendimiento en
unos 40 hl/ha. Se prevé que entren en producción desde 2016 a 2021 unas 130.000
has acogidas a los planes de reestructuración y reconversión entre los años 2013
y 2018, lo cual incrementará el potencial de producción en unos 500.000 hl.
3.
Impacto de los
derechos de plantación que caducan.
Actualmente hay 68.051 has de
derechos que irán caducando en los próximos 8 años, para el 2016 está previsto
que expiren 14.748 has (un 22% de los derechos totales) y para el año 2017
caducarán 10.844 has (un 16% de los derechos totales). Entendemos que un buen
número de estos derechos o la mayoría de ellos acabará transformados en
autorizaciones y plantados de viñedo ya que son superficies que pueden acogerse
a las ayudas a la reconversión del viñedo y no se dejaran expirar su período de
validez en tanta magnitud como hasta la fecha.
4.
Más
exportaciones pero a bajo precio.
Según un informe del Observatorio
Español del Vino, en 2014 las exportaciones españolas, en vinos y motos, fueran
las más económicas de todos los principales países exportadores a nivel mundial,
con una media de apenas 1,11€/l, cotizaciones incluso por debajo de los países
productores emergentes del Hemisferio Sur.
COAG siempre ha defendido un crecimiento ordenado
y regulado de la superficie de viñedo en España, como manera óptima de mantener
un equilibrio entre oferta y demanda que garantice las rentas de los
viticultores.
Estudio económico del MAGRAMA sobre el sector vitivinícola
(2014)
http://www.magrama.gob.es/es/ministerio/servicios/analisis-y-prospectiva/olivaryvinedo2014_tcm7-402483.pdf
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