España se enfrenta a la expansión del avispón oriental

La expansión del avispón oriental (Vespa orientalis), especie exótica invasora que depreda colonias de abejas y afecta de lleno a la apicultura, está generando creciente preocupación en el campo español, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que reclama una estrategia estatal de gestión, control y erradicación de esta plaga.

Tres años de lucha y tres años de expansión

COAG recuerda que comenzó a advertir sobre la presencia de Vespa orientalis en marzo de 2022, cuando las primeras detecciones se limitaban a las provincias de Valencia, Cádiz y Málaga y se iniciaron los contactos con el Ministerio de Transición Ecológica. Tras elaborar, según la organización, una amplia documentación técnica, la entidad registró en junio de ese año la solicitud para incluir a esta especie en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.

No fue hasta el 12 de mayo de 2025 cuando se publicó en el BOE la Orden TED/452/2025, por la que se oficializó dicha catalogación, casi tres años después de la petición inicial. En ese intervalo, COAG señala que el avispón oriental se ha extendido a Cataluña, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y otras provincias, mientras el impacto sobre las explotaciones apícolas no ha dejado de aumentar.

La organización considera que este retraso ha facilitado que la expansión del avispón oriental Vespa orientalis se consolide en varias comunidades autónomas, complicando las posibilidades de control y erradicación.

Un depredador con triple impacto

Según los datos científicos citados por COAG, cada avispón oriental puede llegar a devorar una media de 33 abejas melíferas al día. Además de la depredación directa de abejas, la especie asalta las colmenas para obtener miel y proteína animal con la que alimentar a sus larvas, lo que provoca importantes pérdidas de colmenas, especialmente durante el otoño.

La organización advierte de que se trata de un problema que va más allá de la apicultura, ya que Vespa orientalis genera un triple impacto:

1. Económico: pérdidas directas para apicultores cuyas explotaciones quedan prácticamente indefensas ante la presión predadora del avispón.
2. Social: riesgo para la población de los municipios donde se asientan los nidos, especialmente en zonas periurbanas y rurales.
3. Medioambiental: amenaza a la biodiversidad de los ecosistemas, en un contexto en el que las especies exóticas invasoras se consideran, según COAG, la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo tras la modificación del hábitat.

La entidad subraya que la desaparición de colmenas no solo afecta a la producción de miel, sino también a los servicios de polinización asociados a cultivos y flora silvestre.

Inacción de las comunidades autónomas, según COAG

COAG recuerda que la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y el Real Decreto 630/2013 obligan a las administraciones competentes a adoptar medidas de gestión, control y, cuando sea posible, erradicación de las especies incluidas en el catálogo de invasoras.

Sin embargo, la organización denuncia que, pese a esta obligación legal, las comunidades autónomas donde ya se ha detectado la especie no habrían puesto en marcha protocolos específicos de actuación. En concreto, COAG afirma que Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Región de Murcia no han desplegado aún planes efectivos frente a Vespa orientalis.

Ante esta situación, la organización ha remitido una carta a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica para solicitar la convocatoria urgente de una reunión en la que se defina una estrategia estatal de gestión, control y erradicación de la especie. COAG considera que, si no se actúa con rapidez, la expansión del avispón oriental Vespa orientalis al resto del territorio nacional será solo cuestión de tiempo, con consecuencias crecientes para la apicultura y la biodiversidad.