La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Andalucía ha denunciado el “escandaloso” diferencial del 630 % entre el precio que perciben los agricultores por sus patatas en el campo y el que pagan los consumidores en los supermercados. Según el Índice de Precios Origen-Destino (IPOD) correspondiente al mes de septiembre, el kilo de patata se pagó en origen a 0,27 €, mientras que en los puntos de venta alcanzó los 1,97 €.
La organización considera que este margen refleja una cadena alimentaria “profundamente injusta”, en la que los agricultores asumen todos los costes mientras los intermediarios y la gran distribución incrementan sus márgenes “sin control”. COAG califica este diferencial de “brutal e insostenible” y acusa a las grandes superficies de especular con un producto básico, presionando los precios a la baja en origen mientras los inflan en destino.
Un sector al límite en Andalucía
Para COAG Andalucía, esta situación pone en riesgo la viabilidad del cultivo de la patata, destruye empleo rural y obliga a muchos pequeños productores a abandonar la actividad. La comunidad cuenta con unas 9.500 ha dedicadas al cultivo de patata temprana, una superficie que se ha reducido drásticamente en los últimos 25 años.
A la falta de rentabilidad se suma el incremento de los costes de producción: fertilizantes (+74 %), gasóleo (+68 %) y electricidad (+53,8 %). “El diferencial entre lo que se paga en el campo y lo que cuesta al consumidor no deja margen al productor”, advierte la organización.
COAG exige aplicar la Ley de la Cadena Alimentaria
Ante esta situación, COAG Andalucía reclama al Ministerio de Agricultura la aplicación efectiva de la Ley de la Cadena Alimentaria, que prohíbe la venta a pérdidas, así como la puesta en marcha real del Observatorio de la Cadena Alimentaria. La organización pide que este organismo funcione con transparencia, actualice los estudios de costes y publique datos regulares sobre precios y márgenes a lo largo de la cadena.
Además, solicita un refuerzo de los controles e inspecciones tanto a nivel estatal como autonómico, para garantizar el cumplimiento de la normativa y frenar la especulación con productos básicos.
Importaciones que hunden el mercado nacional
COAG Andalucía denuncia también la entrada masiva de patata importada, especialmente desde Egipto, Israel y Francia, que agrava la crisis de precios en el campo. En 2024, las importaciones superaron las 80.000 t mientras miles de toneladas de patata andaluza permanecían almacenadas sin salida comercial.
Según la organización, las grandes cadenas utilizan estas importaciones de forma estratégica: inundan los lineales con producto extranjero mientras retrasan la compra de la producción nacional, lo que deprime los precios y confunde al consumidor. “En los supermercados andaluces no tiene sentido encontrar patatas con origen Egipto o Israel cuando la producción local es fresca, de calidad y sostenible”, denuncia COAG.
La organización insiste en que el problema no es la falta de producto, sino la ausencia de una política firme que defienda la producción nacional frente a prácticas comerciales desleales y precios especulativos.
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