El comercio agrícola de Estados Unidos registró en julio un déficit de 4.970 M$, una diferencia un 9 % superior a la del mismo mes del año anterior y la mayor jamás contabilizada para ese periodo, según datos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). Entre enero y julio, el saldo negativo acumulado ascendió a 33.600 M$, una cifra sin precedentes para el sector.
El incremento de la brecha comercial se debe principalmente al aumento de las importaciones, impulsado por una mayor demanda de productos agrícolas del exterior. Las políticas arancelarias aplicadas por la administración Trump sobre importaciones de terceros países no han tenido el efecto esperado en la reducción del déficit.
El USDA ha revisado al alza su previsión de exportaciones para el año fiscal 2025, hasta 173.000 M$, pero estima que se reducirán a 169.000 M$ en 2026. Este retroceso obedece a la limitada capacidad de expansión de la producción agrícola y ganadera en el país y a la creciente competencia internacional.
Uno de los factores más relevantes en la reducción de las exportaciones agrarias de EEUU es el conflicto comercial con China. Este mercado, que en años anteriores representaba más del 25 % de las compras totales de soja estadounidense, ha dejado de realizar pedidos. En campañas pasadas, cerca de un tercio de las ventas anuales a China ya estaban registradas en estas fechas, mientras que en la actual no se ha contabilizado ninguna operación.
Las previsiones para la soja muestran una tendencia descendente: de 24.200 M$ en exportaciones en el año fiscal 2024, se pasará a 21.500 M$ en 2025 y a 18.300 M$ en 2026. La Asociación Americana de la Soja advierte que la situación para los 500.000 productores del país es muy grave.
Por otro lado, el USDA también prevé un retroceso de las importaciones, que pasarán de 220.000 M$ este año a 210.500 M$ en 2026. Aun así, el saldo comercial seguirá siendo negativo, consolidando un escenario de déficit agrario histórico para Estados Unidos.
Peor estamos en la CE ya quisiera yo tener las ayudas de los agricultores EEUU