Agricultores y ganaderos de toda Europa se concentraron ayer en Bruselas para protestar contra la propuesta de la Comisión Europea de reformar la Política Agraria Común (PAC) y el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2035. El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, participó en la concentración convocada frente al Parlamento Europeo y la Comisión Europea.
«Hoy es un día triste para la agricultura europea y, en particular, para la española», ha declarado Barato. «Una reducción del 20-30% en los fondos de la PAC es un ataque directo al futuro del sector. No contempla la inflación, no reduce la burocracia, no da estabilidad a los agricultores ni a los jóvenes que quieren incorporarse».
La propuesta presentada por la Comisión, liderada por Ursula von der Leyen, elimina el epígrafe presupuestario específico de la PAC y la integra en un “Fondo Único” compartido con otras políticas. ASAJA advierte de que esta reestructuración rompe con la tradición histórica de la PAC como pilar fundador de la UE y supone un paso atrás en la articulación de una política común fuerte, cohesionada y con dotación presupuestaria clara.
“Sin PAC, no hay agricultores; sin agricultores, no hay Europa”
Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA y vicepresidente del COPA, ha acusado a la presidenta de la Comisión de querer “enterrar la PAC”, en lo que considera una decisión política sin precedentes. A su juicio, esto pone en riesgo la soberanía alimentaria de Europa y rompe el vínculo entre el campo y los ciudadanos: “Los agricultores y ganaderos no somos el problema, sino la solución”.
Barato también ha criticado que la reforma se haya llevado a cabo sin diálogo con el sector, repitiendo un patrón de unilateralidad por parte de la Comisión. Denuncia que esta decisión se ha tomado sin consultar a agricultores, eurodiputados ni Estados miembros, ignorando décadas de trabajo conjunto.
Subida de precios y pérdida de soberanía
ASAJA advierte de que esta reforma no solo afectará al sector agrario, sino al conjunto de los consumidores europeos. Según la organización, la desaparición de la PAC como política autónoma conducirá al encarecimiento de la cesta de la compra, a la pérdida de acceso a alimentos frescos, locales y de calidad, y a una mayor dependencia de países terceros. La seguridad alimentaria, insisten, no se garantiza con tratados, sino con “agricultura viva y profesional”.
La organización suscribe las dos principales líneas de denuncia expresadas por Copa-Cogeca:
– Recorte presupuestario inaceptable: En un contexto de inestabilidad geopolítica y amenazas a la seguridad alimentaria, la reducción de fondos agrarios es una decisión injustificable. La PAC no es una ayuda, es una garantía para el consumidor.
– Destrucción del modelo común: La integración en un fondo multisectorial rompe con el principio de política común, resta competencias al Parlamento Europeo y silencia la voz de los agricultores en las decisiones europeas.
ASAJA exige al Gobierno español que se posicione claramente contra esta reforma y lidere una alianza con otros países europeos para frenar el proceso. La organización considera que lo que está en juego no es solo el futuro del campo, sino la capacidad de Europa para alimentarse por sí misma en un contexto global cada vez más incierto.
Desde el inicio ya se preveía que el «Mercado común» era el gran negocio de los países industriales. Ellos querían poder vender sus productos industriales, ampliando el nº de perceptores. Los otros son principalmente productores agrícolas-ganaderos y solo pueden pagar con sus productos, así que nadie se extrañe de las importaciones masivas y, además, con posibles males añadidos, entendiendo como tal las plagas y enfermedades que pueden venir con las cosechas.
Desde luego esto es el fin de la «Agricultura familiar» y la otra también.