El sector apícola profesional atraviesa una de las campañas más difíciles de los últimos años, marcada por unas condiciones climáticas especialmente adversas. Las lluvias persistentes y las bajas temperaturas de la primavera han impedido el desarrollo normal de las colmenas, obligando a las explotaciones a aumentar de forma significativa el gasto en alimentación suplementaria para evitar su colapso, según denuncia COAG Salamanca.
A pesar de esta situación crítica, el Ministerio de Agricultura mantiene su intención de eliminar la alimentación de colmenas de las ayudas contempladas en la Intervención Sectorial Apícola (ISA). Aunque este año 2025 los gastos todavía están cubiertos, no existe ninguna garantía de continuidad en 2026, lo que genera una gran incertidumbre en el sector.
Producción nula de miel de primavera y caída del 40 % en la de polen
El impacto de las condiciones meteorológicas ha sido generalizado. La producción de polen se ha reducido un 40 % respecto a un año normal, mientras que la cosecha de miel de primavera ha sido prácticamente inexistente en todo el país. Aunque aún queda la esperanza de recoger algo de miel de retama, las altas temperaturas registradas recientemente han dañado la floración, reduciendo aún más las posibilidades productivas.
Carga fiscal y temor por la Seguridad Social
La situación se ve agravada por el mantenimiento del índice de rendimiento neto en el 26 % para la declaración de la renta, frente al 13 % aplicado en 2024. Esto ha generado un fuerte malestar entre los apicultores, que denuncian una carga fiscal desproporcionada en un contexto de pérdidas. En la pasada campaña, la miel se vendió por debajo de costes, a una media de 3 €/kg, frente a un coste de producción estimado en 3,50 €/kg.
Existe además una creciente preocupación por el impacto que esta valoración fiscal tendrá en la próxima regularización de cuotas de la Seguridad Social, al considerar que el cálculo actual inflará de forma ficticia los ingresos reales de las explotaciones.
Importaciones masivas y nuevos costes obligatorios
En paralelo, las importaciones de miel continúan aumentando. Solo en el primer trimestre de 2025, España importó más de 9.000 t de miel a un precio medio de 1,92 €/kg, lo que, según el sector, dificultará aún más la viabilidad de vender miel nacional a precios justos durante la campaña de verano.
A esta situación se suma la obligación impuesta por el Ministerio de contratar un veterinario de explotación para realizar visitas zoosanitarias, una medida que se aplicará en los próximos meses sin que haya habido consenso previo con el sector y cuyo coste consideran inasumible dadas las condiciones actuales.
Las organizaciones apícolas exigen medidas urgentes para frenar el deterioro del sector, entre ellas, el mantenimiento de las ayudas a la alimentación, la retirada de la figura del veterinario de explotación, un mayor control sobre las importaciones de miel adulterada y una revisión del tratamiento fiscal para evitar el colapso de la apicultura profesional.
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