La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG) ha denunciado la presencia de fruta importada de países terceros en comedores escolares de la región. Según ha podido constatar la organización, se han distribuido peras procedentes de Sudáfrica y naranjas de Egipto en varios centros educativos aragoneses. UAGA considera que esta práctica vulnera las reivindicaciones del sector frutícola regional, que lleva tiempo exigiendo la implementación de cláusulas espejo en las importaciones agroalimentarias.
Incumplimiento de estándares europeos
UAGA señala que las frutas importadas no se ajustan a las exigencias establecidas por la normativa europea en materia de fitosanitarios, manipulación y conservación de productos frescos producidos en la UE. Los agricultores aragoneses deben cumplir con estrictos requisitos que suponen un mayor coste productivo y limitan su competitividad frente a estas importaciones.
La organización advierte además de los costes sociales y laborales que soportan los fruticultores locales, frente a condiciones salariales mucho más bajas en países terceros. Como ejemplo, subraya que el salario mínimo interprofesional en Egipto en 2024 fue de 176 € al mes, mientras que en Sudáfrica, con un salario mínimo de 28,79 ZAR/hora (1,62 €/hora), el sueldo mensual ronda los 269 €.
Competencia desleal y apelación al principio de preferencia comunitaria
Desde UAGA se denuncia que estas condiciones permiten a las empresas adjudicatarias del servicio alimentario optar por fruta más barata, a costa de la producción local y del cumplimiento de estándares europeos. Esta situación, según la organización, supone una competencia desleal que afecta directamente a la rentabilidad de las explotaciones frutícolas aragonesas.
La organización agraria exige a las administraciones —autonómica, estatal y europea— que adopten medidas inmediatas para poner fin a estas prácticas. En concreto, reclama una regulación más estricta del mercado y la recuperación efectiva del principio de preferencia comunitaria en las contrataciones públicas.
En casa del herrero cuchara de palo