La posible imposición de aranceles del 25% a la almendra procedente de California podría perder su efecto regulador si se mantiene la fecha de entrada en vigor prevista para diciembre de 2025. Javier Fatás, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, advierte que «anunciar aranceles para diciembre de 2025 incentivará a los importadores a adelantar sus compras de almendra californiana, provocando una sensación de exceso de oferta en el mercado interno, que servirá de caldo de cultivo para la especulación y para presionar a la baja los precios que perciben nuestros productores»
La organización agraria respalda la creación de esta tasa como medida para mejorar la rentabilidad del sector productor de almendra, pero advierte que el calendario de aplicación propuesto por la Comisión Europea —que se vota esta tarde en el Consejo de la UE— generará un efecto contrario al deseado. La almendra es un producto fácilmente almacenable y cuyas importaciones se reparten durante todo el año. Sin embargo, diciembre es precisamente el mes con menor volumen de entradas, lo que, según COAG, incentivará a los importadores a adelantar operaciones, perjudicando gravemente a las explotaciones locales, especialmente en zonas de secano o de difícil mecanización.
COAG ha señalado también la necesidad de extender medidas similares a otros productos como el pistacho y la nuez, también importados desde Estados Unidos y que compiten directamente con la producción estatal. Las importaciones medias de pistacho procedente del país norteamericano alcanzaron las 13.304 t anuales entre 2020 y 2024, con un incremento del 62% en ese periodo.
Además del impacto interno, la organización ha advertido sobre los desequilibrios globales que puede generar esta medida. Ante las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y teniendo en cuenta que España mantiene abiertas sus exportaciones al país asiático, COAG teme que se produzca un desvío de mercancías desde EE.UU. hacia Europa, usando España como punto de entrada y reexportación.
El origen de esta medida se encuentra en la respuesta de la Unión Europea a los aranceles del 25% aplicados por EE.UU. al aluminio y el acero europeos durante la presidencia de Donald Trump. Bruselas ha propuesto una activación escalonada de aranceles a diversos productos, iniciando con el zumo de naranja el 15 de abril, productos cárnicos en mayo, y completando la lista con la almendra —con cáscara y sin cáscara— en diciembre de 2025.
Según los datos de COAG, España ha importado una media anual de 86.434 t de almendra sin cáscara desde EE.UU. en el periodo 2020-2024, lo que la sitúa como el principal país importador de la UE, con un 34% del total, por delante de Alemania e Italia. En ese mismo periodo, la UE importó una media de 256.704 t anuales de almendra californiana.
COAG subraya que la industria española importa estas almendras para su procesamiento y reexportación, pero la competencia directa con la producción nacional afecta a la viabilidad de las explotaciones, muchas de ellas ubicadas en zonas con condiciones adversas. La organización exige al Gobierno español que solicite a Bruselas una exención para las materias primas en situaciones de escasez —como ya ocurrió con el gas en 2022—, y que se refuercen las ayudas y las alternativas como los fertilizantes verdes o los planes de eficiencia nutricional para garantizar la viabilidad del sector.
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