La presencia de la plaga de Tuta absoluta está alcanzando niveles especialmente elevados este año en los cultivos de tomate de la Comunitat Valenciana, con capturas muy superiores a las registradas en campañas anteriores por estas fechas. Ante esta situación, LA UNIÓ Llauradora ha solicitado a la Conselleria de Agricultura la adopción urgente de medidas para frenar su propagación y minimizar los daños sobre la producción.
La organización propone que se facilite a los agricultores el acceso gratuito o subvencionado a difusores de feromonas de confusión sexual, una técnica que permite el control eficaz de la plaga sin generar resistencias. Esta herramienta es apta para agricultura ecológica, no deja residuos en el cultivo, no afecta a la seguridad alimentaria ni a polinizadores como las abejas, y es compatible con otros métodos de control integrado, incluido el biológico.
Según LA UNIÓ, esta estrategia ya se aplica con éxito en otros cultivos, como el arroz, donde el uso de feromonas para combatir el Cucat (Chilo suppressalis) está subvencionado al 100% por la propia Conselleria de Agricultura. En el caso del tomate, con una superficie cultivada de unas 1.000 hectáreas en la Comunitat Valenciana, el coste total de aplicar esta técnica rondaría los 700.000€, una cantidad que consideran perfectamente asumible dentro del presupuesto autonómico, con efectos positivos tanto sobre el empleo como en el retorno fiscal.
Además del uso de feromonas, la organización pide que se amplíen las herramientas de control integrado con la incorporación del insecticida microbiológico Tutavir®, basado en un granulovirus (PhopGV) específico para esta plaga. Este producto no deja residuos, es seguro para la salud humana y está autorizado para agricultura ecológica. Andalucía ya ha iniciado el procedimiento para su autorización excepcional y LA UNIÓ propone que la Comunitat Valenciana se sume de forma inmediata a esta petición.
La organización ha señalado que las quejas por parte de los productores de tomate han aumentado en las últimas semanas, ante el encarecimiento de los costes y la falta de herramientas efectivas para controlar plagas. El aumento previsto de las temperaturas podría agravar aún más la situación, por lo que LA UNIÓ insiste en la necesidad de actuar de manera rápida y efectiva para proteger la viabilidad del cultivo.
El sector hortícola, y especialmente el cultivo de tomate, está en manos de profesionales con alta dedicación y representa una vía de incorporación para jóvenes agricultores, especialmente en producción ecológica. Desde LA UNIÓ se considera que este tipo de apoyo a la lucha biológica puede contribuir a reforzar la profesionalización y el relevo generacional en el sector.
Tan solo una puntualización, todos los productos autorizados son seguros para la salud y el medio ambiente si se usan conforme a la etiqueta autorizada. Por muchos pictogramas que tengan, son seguros si se usan bien, si no fueran seguros no estarían autorizados.