Brasil y Argentina, principales actores en el comercio global de maíz, enfrentan la nueva campaña con situaciones marcadamente diferentes. Las proyecciones para ambos países reflejan cambios en la producción, exportaciones y superficie cultivada, condicionadas por factores climáticos y sanitarios.
Brasil
La producción brasileña de maíz para la campaña 2024/25 se estima en 120 Mt, lo que representa un aumento del 3,6% respecto al ciclo anterior. Este volumen sería el segundo más alto en la historia del país, solo por detrás del récord registrado en 2022/23, según datos de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). La superficie sembrada se mantiene estable en 21 Mha, mientras que la “safrinha”, que aporta el 75% de la producción nacional, alcanzaría 94 Mt, un incremento del 5% si las condiciones climáticas son favorables.
A pesar del aumento en la producción, las exportaciones de Brasil podrían caer drásticamente en 2024, pasando de 56 Mt en 2023 a 41 Mt, según la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales. Este descenso responde a la recuperación de la oferta en otros países productores como EE.UU., Europa y Ucrania, y a la disminución de la demanda china, que redujo sus compras de 16 Mt en 2023 a menos de 2 Mt este año. Esta tendencia refleja un cambio en las dinámicas del mercado internacional, donde la competitividad y la estrategia de autosuficiencia de países importadores están afectando las exportaciones brasileñas.
Argentina
En Argentina, la superficie destinada al maíz se reducirá en un 25%, quedando en 7,2 Mha, la menor en 17 años, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Esta disminución se debe principalmente al impacto de la enfermedad “corn stunt”, que afectó gravemente los cultivos durante la última temporada. En respuesta, los agricultores están optando por la soja, que requiere una menor inversión en semillas y fertilizantes. La producción de maíz para esta campaña se estima en 51 Mt, lo que supone una reducción del 11% respecto al año anterior.
A pesar de esta caída en la superficie y producción, las exportaciones de maíz argentino se proyectan en 36 Mt, un incremento del 9% respecto a la temporada anterior, marcando el mayor volumen desde 2020/21, según el USDA. Las lluvias recientes han mejorado las condiciones de siembra, permitiendo un avance del 39% al 14 de noviembre, 6 puntos porcentuales por delante del año pasado. Sin embargo, la posible influencia del fenómeno La Niña genera incertidumbre, ya que podría traer sequías que afecten el rendimiento final de la cosecha.
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