El año 2024 puede ser uno de los más cálidos registrados, por lo que el clima siguió dominando el mercado de los cereales y granos, a veces afectando de manera positiva y otras, negativa.

La producción mundial de maíz de 2024 se redujo, debido a que el calor limitó los rendimientos en partes de la Unión Europea, México y Ucrania. La estimación apunta a 1.225 Mt, un 1,2% menos que la cosecha de 2023, de acuerdo con las estimaciones de AMIS-FAO.

Por el contrario, el pronóstico de la producción mundial de soja se elevó debido al clima favorable en los Estados Unidos y en Rusia. Se estima 423,8 Mt, lo que supone un 7,8% más que la campaña anterior.

En cuanto al trigo, la producción 2024 solo va a ser ligeramente superior a la de 2023 (+0,4%), llegando a 791,4 Mt, como consecuencia de las revisiones al alza en China, Argentina y especialmente en EEUU.

En el ámbito comercial, los movimientos en el Canal de Panamá se están acercando a sus niveles habituales, mientras que continúan las interrupciones del transporte marítimo en el Mar Rojo.

Los precios de fertilizantes se están suavizando desde sus picos, tras las fuertes subidas en 2021 y 2022, sin embargo, siguen por encima de la media de 2019 en casi todas las regiones.

AMIS-FAO señala que si bien los aranceles sobre los fertilizantes son generalmente bajos, debido a la alta dependencia de las importaciones, algunos de los principales países exportadores de fertilizantes han introducido restricciones a la exportación, incluidas prohibiciones, cuotas e impuestos. Países como la República Popular China, la Federación Rusa, Turquía y Ucrania han utilizado estas medidas para mantener el suministro interno, pero estas restricciones a menudo carecen de transparencia y están sujetas a cambios frecuentes, lo que agrega más inestabilidad a los mercados mundiales de fertilizantes.