Muchos bares y restaurantes están aprovechando la coyuntura actual de precios del aceite para dejar de adquirir este producto embotellado y utilizan aceiteras rellenables, que llevan años prohibidas, según ha podido comprobar UPA Andalucía.
“Tenemos que ser conscientes de que el aceite de oliva virgen extra que se pone en las mesas tiene que estar perfectamente envasado, con botellas irrellenables o monodosis. Es un logro que hace años conseguimos para garantizar que el consumidor que se toma una tostada o se come una ensalada o cualquier otro plato y quiere aliñarlo con virgen extra, se echa virgen extra y no cualquier otro tipo de aceite”, explica Francisco Moscoso, vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.
“La Junta de Andalucía tiene la competencia en materia de control e inspección en el canal Horeca. Y es por eso por lo que pedimos que adopte las medidas oportunas, que aumente el número de inspectores si es necesario para que se pueda controlar esta práctica y se evite, una vez más, el uso de unas aceiteras rellenables que lo único que hacen es tirar por tierra el buen nombre de nuestro producto estrella, de nuestro aceite de oliva virgen extra. Esta práctica es un nuevo golpe a la maltrecha situación de los olivareros, que nos encaminamos a la segunda mala cosecha consecutiva, que no nos beneficiamos de los precios actuales porque no tenemos aceite que vender, y que, aun así, debemos afrontar unos costes de producción que no paran de aumentar”, concluye.
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