El Consejo había pedido a la Comisión Europea que presentara datos adicionales sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios con lo que se evaluara su impacto en la seguridad alimentaria. La CE ha dicho, en base a un estudio realizado, que se confirma que los objetivos de reducción de fitosanitarios recogidos en su propuesta sobre el uso sostenible de los mismos, no amenaza la seguridad alimentaria . Además, insiste en que esta conclusión no cambia por los impactos negativos a corto plazo de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Por el contrario, la Comisión reitera que cualquier incumplimiento del objetivo de reducción de pesticidas ahora tendrá efectos a largo plazo y potencialmente irreversibles en nuestra seguridad alimentaria en el futuro.
Los objetivos de reducción son un 50% en el uso y riesgo de pesticidas químicos y una reducción del 50% en el uso de pesticidas más peligrosos en 2030. En el caso de los pesticidas químicos, el objetivo se medirá por las cantidades de sustancias activas contenidas en los plaguicidas que se comercializan (venden) y, por lo tanto, se utilizan en cada Estado miembro. En el caso de los plaguicidas más peligrosos, se medirá utilizando datos sobre las cantidades de sustancias activas más peligrosas, los llamados «candidatos a la sustitución», contenidas en los plaguicidas que se comercialicen (vendan) y, por lo tanto, se utilicen en cada Estado miembro.
Según señala la CE, los Estados miembros ya han hecho progresos sustanciales hacia los objetivos. La Comisión insiste en que aunque la UE está avanzando en la dirección correcta con vistas a alcanzar los objetivos de reducción del 50 % en el uso y el riesgo de plaguicidas químicos y más peligrosos para 2030. No obstante, la CE sigue sin aclarar en base a qué, propone una reducción de un 50% y no de un 37% o de un 55%, por poner un ejemplo.