Hace tan solo unos días, Semillas LG cerró su III Concurso de San Isidro, bajo el tema «La Agricultura, mi pasión» y, que este año contaba con una nueva categoría, la de fotografía. Recibieron más de 200 instantáneas en tan solo 20 días. Fotografías de increíbles atardeceres, maquinaria en acción e incluso fotografías más personales. Fueron los seguidores de Semillas LG, quienes a través de las redes sociales, eligieron la foto ganadora: unas manos que reflejaban no solo el paso del tiempo, sino también el trabajo de toda una vida.
Desde el Departamento de Marketing de Semillas LG contactaron con el autor de dicha instantánea y, tras hablar sobre la fotografía, se dieron cuenta de que había mucho detrás de ella y de Eugenio, su protagonista.
Cuando el que ha sido ganador del concurso, vio el anuncio del mismo, inmediatamente pensó en Eugenio, su vecino, al que ve todos los días con su «moto» paseando por el pueblo o yendo a trabajar a la huerta. Cuando le transmitió su idea, a Eugenio se le iluminó la cara. Una sonrisa se le dibujó y sus ojos brillaron. Que pensaran en él para reflejar «la agricultura, mi pasión» era un orgullo. De eso trata la agricultura, de orgullo, de perseverancia, de esfuerzo. Porque así son los agricultores. Personas que no descansan y para las que, la agricultura, forma parte su vida y de quienes son, nos recuerdan desde Semillas LG.
Eugenio Elorz Amatriain es un incansable agricultor de Navarra. Una increíble persona en la que la cita de Shweitzer se materializa. Es lógico que su piel esté arrugada tras pasar toda la vida trabajando en el campo. Su alma, por el contrario, muestra un increíble entusiasmo cuando nos cuenta su historia. Una historia que tiene casi 98 años.
Comenta que desciende de una familia de agricultores y ganaderos y, desde que recuerda, ha dedicado toda su vida al sector primario. De hecho, una de sus anécdotas favoritas se remonta a su infancia. «En aquel momento no había carreteras y teníamos que transportar a los corderos en la parrilla de una bicicleta para llevarlos desde Echagüe hasta El Carrascal por una pista. Una vez allí, los metía en el maletero de «El flecha» (antiguo autobús que conectaba Tafalla con Pamplona) para posteriormente venderlos en estas localidades».
Posteriormente, y hace unos 55 años, se mudó desde Echagüe, su pueblo natal de la actual Valdorba (Navarra), a Imárcoain, localidad en la que reside en la actualidad. No solo ha sido su oficio sino también su pasión, su afición, y aquello que más ha disfrutado. A día de hoy, y con las limitaciones que provoca la edad, su familia le ha dotado de una pequeña moto que le permite moverse por Imárcoain. No hay día que no visite los campos de su pueblo y la huerta que tanta vida le ha dado. Sí, has leído bien. A diario sigue visitando su huerta y encargándose de ella, de ahí que digamos que es incansable.
Su hijo mayor, Jesús, le acompaña mientras Eugenio cuenta su historia. Tuvo 4 hijos y solo él, el mayor, es agricultor. Su familia no puede estar más orgullosa de él, de todo lo que les ha enseñado y de la pasión con la que ha vivido su vida y que, a día de hoy, sigue transmitiendo.
Desde Semillas LG le agradecen enormemente a Eugenio por su historia y su testimonio .
Pasión por la Agricultura.
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