Andalucía contará esta campaña con 7.050 hectáreas de remolacha, una campaña marcada por el vuelco que se ha producido entre el cultivo de regadío y el de secano. Así, esta campaña se han sembrado entre las provincias de Sevilla y Cádiz 5.250 hectáreas de remolacha de regadío y 1.800 de secano.

“Este es el año de la remolacha, un año especialmente importante por el cambio de ciclo de la nueva PAC y en pleno contexto alcista de los precios del azúcar, lo que ha animado a los agricultores a sembrar remolacha pese a los problemas iniciales de sequía”, explica el responsable Agrícola de Azucarera en Andalucía, Miguel Sanromán, que ayer participó junto a AIMCRA (Asociación para la Investigación de la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera), en una jornada de campo celebrada en El Cuervo (Sevilla) junto con 70 técnicos especialistas para conocer las estrategias de control de malas hierbas en remolacha y los protocolos necesarios para combatir la Cásida. “Hemos congregado a todos los técnicos de las asociaciones de producción integrada que asesoran a los agricultores y a todos los técnicos especialistas de las casas de fitosanitarios y empresas de servicios para que, juntos, consigamos hacer el cultivo de la remolacha más rentable, seguro, sano, cómodo y eficiente”, señala la gerente de Agroteo, Ana García Zamarreño.

Si algo prioriza Azucarera, es el acompañamiento a sus agricultores de principio a fin, en todas las fases del cultivo de la remolacha para ayudarles a conseguir los mejores rendimientos. Este servicio abarca desde la parte más teórica del asesoramiento agronómico, como estas jornadas de campo en las que trabajan con el sector para controlar cualquier enfermedad que pueda afectar a la remolacha, a la más práctica y específica, como facilitar la compra de insumos a precios competitivos o proporcionar labores agrícolas a través de su red de empresas de servicios de calidad.