El Parlamento francés ha aprobado definitivamente esta semana, un proyecto de ley que permite aumentar las pensiones de los agricultores autónomos. La Asamblea Nacional aprobó el texto por unanimidad en diciembre pasado. Posteriormente, esta semana, ha sido aprobado por el Senado, también por unanimidad. Con esta medida quieren dar un mensaje de apoyo y reconocimiento a este sector.
Se trata de una reforma largamente esperada por el mundo agrario, con el fin de reducir la brecha entre las pensiones de los productores agrarios y los trabajadores en general.
Francia cuenta con 1,3 millones de agricultores y ganaderos autónomos (agricultores, cónyuges y ayudantes familiares), que ya está jubilados y que perciben una pensión media de 1.150 euros brutos/mes, lo que supone 350 euros menos que el jubilado medio.
La ley aprobada establece que la pensión de los trabajadores agrarios no asalariados, en particular los titulares de las explotaciones y sus cónyuges colaboradores se calculará cogiendo los 25 mejores años de cotización y no toda la vida laboral, como se hace ahora.
En 2020 y 2021 también se aprobaron otras dos leyes a favor de las pensiones de los agricultores. La de 2020 aumentó las pensiones hasta un mínimo del 85% del salario mínimo neto. La de 2021 subió las pensiones a los cónyuges colaboradores de agricultores.
Poco es para los trabajadores más genuinos, más entregados con esfuerzo ahorro y sacrificio, soportando las mayores adversidades para su economía y para su bienestar.