La UE ha incumplido el objetivo que ella misma se impuso de destinar, al menos el 20 % de su presupuesto para el período 2014‑2020, a la acción por el clima. La Comisión Europea anunció que este objetivo si se había cumplido y que se habían gastado 216.000 M€ en acción por el clima. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas de la UE ha constatado que el gasto notificado no siempre era pertinente para la acción por el clima y que el importe declarado como gastado para ese fin, había sido sobrestimado al menos en 72.000 M€. Los auditores también temen que puedan persistir problemas de fiabilidad en los informes de la Comisión para el período 2021‑2027, cuando el nuevo objetivo de gasto climático de la UE aumente al 30 %.
Los principales ámbitos de los programas de gasto público de la UE que se consideran pertinentes para el clima son la agricultura, las infraestructuras y la cohesión; la Comisión asigna coeficientes a diversos componentes del programa en función de su contribución prevista a la acción por el clima. Según los auditores, la información sobre el gasto relacionado con el clima presenta insuficiencias, por lo que, en general, resulta poco fiable. El actual método de seguimiento se basa en hipótesis: no evalúa la contribución final a los objetivos climáticos de la UE y no existe un sistema de seguimiento de los resultados climáticos. Los coeficientes no siempre son realistas: en algunos casos, el gasto se considera pertinente para el clima, a pesar de que los proyectos y programas que apoya tienen un impacto escaso o nulo en el clima (por ejemplo, las infraestructuras en las zonas rurales). En otros casos, no se tienen en cuenta los posibles efectos negativos (por ejemplo, el impacto negativo de las emisiones de carbono).
La financiación agraria es donde el gasto relacionado con el clima está más sobrestimado: según los auditores, en casi 60.000 M€. La Comisión informó que el 26 % de la financiación agraria de la UE era relevante para el clima, aproximadamente la mitad del gasto total de la UE en este ámbito. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero de las explotaciones agrarias en la UE no han disminuido desde 2010. Del mismo modo, los auditores consideran que la Comisión sobrestimó la contribución climática de los principales subsectores de la infraestructura y la financiación de la cohesión, como el transporte ferroviario, la electricidad y la biomasa.
Aplicando coeficientes más razonables, los auditores consideran más probable que la proporción de gasto relacionado con el clima con cargo al presupuesto de la UE se sitúe en torno al 13 % (aproximadamente 144.000 M€) en lugar del 20 % notificado. También advierten del riesgo de que los importes previstos o comprometidos no se gasten, lo que podría inflar aún más el gasto climático notificado.
Los auditores también revisaron los cambios previstos en el seguimiento del gasto relacionado con el clima después de 2020, a fin de ayudar a la Comisión a mejorar la futura información sobre el gasto climático, y expresan su preocupación por la fiabilidad de los informes sobre el clima para el período 2021‑2027. A pesar de las mejoras propuestas en la metodología de notificación, persiste la mayoría de los problemas detectados en el período 2014‑2020. El Instrumento Europeo de Recuperación, introducido en 2020, incorpora el principio clave de no causar un perjuicio significativo, lo que significa que las actividades económicas no deben amenazar los objetivos medioambientales o climáticos. Sin embargo, los auditores consideran que el Instrumento plantea retos adicionales debido a la falta de claridad de los vínculos entre los pagos y los objetivos climáticos.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.