La nueva norma de la Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana que regula la actividad de agrocompostaje permitirá transformar hasta 150.000 toneladas de residuos agroganaderos en más de 30.000 toneladas de compost al año.
En concreto, la orden reguladora del agrocompostaje de proximidad para la gestión sostenible de los restos agrícolas, ganaderos, silvícolas y agroforestales se publicó el 4 de abril en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana y establece un marco normativo de gestión sostenible de los subproductos agrícolas, ganaderos, silvícolas y agroforestales en un entorno de economía circular y de mitigación del cambio climático.
La Consellería estima que esta herramienta va a ayudar a multiplicar la producción de agrocompost a corto plazo en la Comunitat Valenciana, partiendo de las 2.000 t que con carácter experimental se han generado en 2021. Además, en este mismo año 2022, con la nueva norma se estima que se podrían autorizar entre 100 y 150 puntos de compostaje local y un número similar en años sucesivos.
Se consideran prioritarios los restos de poda, que en la actualidad se incineran; vitivinícolas (sarmientos); subproductos de gestión estacional, como alperujos y orujos vitícolas; estiércoles de granjas locales para mejorar las mezclas; residuos de jardinería urbana; viverismo; algas y arribazones; industria conservera e industria hortofrutícola. Otro aspecto relevante es el efecto mitigante de emisiones que se puede conseguir con el compostaje, que se estima en una fijación de carbono en el suelo agrícola valenciano de entre 5.000 y 15.000 t de carbono al año.
A través de esta disposición se favorece el aprovechamiento de biomasa forestal y vegetal evitando las quemas controladas e incontroladas, la reincorporación de los residuos agrícolas en el suelo para aumentar el secuestro de carbono y mitigar el cambio climático, y el autocompostaje de los residuos forestales, agrícolas y ganaderos en un enfoque de agrocompostaje de proximidad.
Así, la disposición establece una nueva red de establecimientos de agrocompostaje de ámbito local, con varios tamaños y posibilidades de compostaje de diversos flujos de recursos agroganaderos que actualmente se desperdician o queman, perdiendo así sus importantes cualidades como fertilizantes en los propios campos agrícolas, dando la debida seguridad jurídica a estas operaciones.
Esta nueva norma favorece la economía circular al reintroducir los restos agroganaderos en las cosechas en forma de compost. Así, con una mínima supervisión municipal o técnica y una formación básica se puede desarrollar este tipo de establecimientos para operaciones tan sencillas como la trituración y ‘mulching’, el compostaje de diversos insumos en los propios campos o el aprovechamiento de recursos fertilizantes por parte de las cooperativas agrarias a partir de materiales que actualmente desperdiciaban o rechazaban.
Ahora falta la valentía de aplicarlo de verdad. Algunos llevamos más de 50 años estudiando la forma de llevarlo a cabo, a pesar de la comodidad de otros. Uno de los factores con lo que nos aventajan las agriculturas de otros países, es la falta de humus en el suelo.
Desearia contactar con Jesus Antonio,
Mi mail: biofitos@gmail.com
Saludos