Un tema recurrente en la actualidad es el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la población que hay que alimentar …. En este contexto ¿cuál es el papel de la industria fitosanitaria?
Creemos que la industria fitosanitaria juega un papel fundamental para conseguir una agricultura más sostenible, pero a la vez viable, que permita la producción de alimentos sanos y asequibles.
En Syngenta, como compañía líder en el sector, enfocamos las palancas del cambio hacia una mayor sostenibilidad en tres áreas: tres áreas:
– Acelerar la investigación para obtener productos fitosanitarios (químicos, biológicos, biotecnológicos ) cada vez más seguros para la salud humana y el medio ambiente, así como para desarrollar nuevas tecnologías (bioestimulantes, variedades resistentes, control biológico… ).
– Impulsar prácticas de agricultura regenerativa para la protección de la biodiversidad, la salud de los suelos y el agua y la contribución a la reducción de la huella de carbono.
– Apoyar al agricultor en el cambio, mediante la formación y transferencia de conocimiento.
La Estrategia de la Granja a la Mesa y la nueva PAC fijan objetivos de reducción de fitosanitarios, ¿cuál es su opinión al respecto?
Primero de todo, quiero incidir en que en los últimos años se ha realizado una verdadera reducción del riesgo del uso de fitosanitarios, que ha venido de la mano de la mayor formación y concienciación de los agricultores por la implementación de la Directiva de uso sostenible (carnet de aplicador, revisión de maquinaria, ROPO, GIP, asesores titulados, cuadernos de campo…).
Lamentable, el seguimiento de la Comisión Europea no refleja completamente los esfuerzos realizados por el sector. La CE utiliza los indicadores de riesgo HRI1 y HRI2 de la Directiva de uso sostenible, que miden únicamente la evolución de los volúmenes de sustancias, ponderados según su toxicología, sin tener apenas en cuenta la variabilidad anual de los cultivos ni el riesgo real en la práctica.
Los objetivos de reducción fijados en la Estrategia van a suponer un reto adicional para la producción agrícola.
Los agricultores se quejan de que cada vez tienen menos productos para tratar sus cosechas …
Desde 2011, el volumen de productos fitosanitarios en la UE se mantuvo relativamente estable, pero efectivamente, desde 2019 se registró una reducción notable (alrededor del 10,2%). Tan solo en 2021, casi 200 autorizaciones de productos han sido retiradas en España, correspondientes a quince sustancias canceladas en Europa.
En Syngenta somos conscientes de las llamadas a la reducción de los productos fitosanitarios. Cuando buscamos nuevas sustancias, ya incorporamos nuevos criterios de sostenibilidad desde las primeras fases de la investigación. Sacar una nueva molécula no solo es un proceso largo (más de 10 años) y costoso (280 millones $), sino que, además, su autorización está cargada de incertidumbre.
Por tanto, la desaparición progresiva de las sustancias es más rápida que la llegada de nuevas soluciones (en total, 33 sustancias de bajo riesgo autorizadas en la EU actualmente)
¿Qué deberían hacer las administraciones para mitigar este problema?
Para que la industria fitosanitaria pueda invertir en I+D a largo plazo, necesitamos un marco regulatorio apropiado para la evaluación de los productos. Tiene que ser un sistema claro, ágil, predecible, con requisitos consistentes, cuyas decisiones se basen en criterios científicos y en la evaluación del riesgo.
Además, es fundamental, que las autoridades consideren las medidas de mitigación del riesgo (como por ejemplo usar guantes) y la utilización de nuevas tecnologías de aplicación (ej. drones, aplicaciones localizadas…) a la hora de establecer las condiciones de uso seguro de los productos, para evitar la pérdida irreversible de sustancias. Muchas de ellas podrían ser imprescindibles ante la aparición de una nueva plaga.
Syngenta ha sido pionera en apostar por la biodiversidad. En 2013 presentó “The Good Growth Plan”, que renovó a finales de 2020 con nuevos objetivos hasta 2025. ¿Biodiversidad y productividad pueden ir de la mano?
En Syngenta creemos que hay que mantener el nivel de producción, pero también, cuidando la riqueza medioambiental, ya que es la única manera de mantener una actividad agrícola eficiente y competitiva en el ámbito rural.
Preservar la biodiversidad es importante en todos los países, pero en España tiene una importancia aún mayor, ya que es el país con mayor diversidad de especies a nivel europeo (más de 85.000 especies de animales, hongos y plantas) y uno de los que tiene mayor porcentaje de su superficie terrestre incluida en la Red Natura 2000 (27,4 %) y sin embargo, es el país de la UE donde el riesgo de desertificación es mayor, estando un 18 % del territorio bajo riesgo alto o muy alto de desertificación.
Mediante el manejo de todos los elementos de la producción agrícola ‘regenerativa’ (selección de especies y variedades, rotación de cultivos y conservación de los suelos, fertilización adecuada, optimización del riego, restablecimiento de zonas de biodiversidad en los campos de cultivo, recuperación de paisajes y protección de cursos de agua mediante zonas buffer), se demuestra que es posible producir alimentos de forma sostenible, sin renunciar a la productividad. Nuestro proyecto Operación Polinizador, con más de doce años de implantación en España, ha demostrado ser una herramienta muy útil para enriquecer la biodiversidad en las tierras de cultivo (nº de especies monitorizadas, nº de hectáreas de cultivo impactadas…).
De cara al futuro ¿en qué avances está trabajando Syngenta para la protección de los cultivos?
Las nuevas tecnologías digitales, sin duda, van a suponer un avance definitivo en la optimización del uso de productos fitosanitarios y en la reducción de los residuos en el medio ambiente. Con una visión holística de la gestión integrada de plagas, se están desarrollando aplicaciones y tecnologías para las distintas fases de la protección fitosanitaria: predicción del problema, diagnóstico en tiempo real, ayuda a la decisión de intervención, manejo combinado de soluciones ‘químicas’, biológicas y tecnológicas, y sistemas de aplicación localizada de máxima precisión.
Además, la innovación en mejora vegetal para el desarrollo de nuevas variedades vegetales resistentes a plagas y enfermedades será cada vez más una pieza clave en la protección sostenible de cultivos. Ejemplos como el cultivo del pimiento son ya una realidad y las nuevas tecnologías de edición genética darán un fuerte impulso a estas herramientas.
No os compliqueis la vida.. Con innovación y biodiversidad.. X que como esto siga como esta, no va haber ni agricultores ni Ganaderos… Pedimos precios gustos y no esto.. Gracias!!
El agricultor puede saltar el gap de precios entre el consumidor y el mismo. Sus canales de comercialización someten al agricultor a precios que no cubren el coste de producción. La distribución directa al consumidor me parece buenísima idea. Vender proximidad, biológico y transparencia es un valor. El uso de las RRSS y el e-comerce ayudará a la venta directa. Le propongo esto y más.
Saludos.cordiales, le sugiero .. divulgación de información de rendimientos como lograrlo ,que tecnología se usa
Población de plantas por hectáreas.es necesario el conocimiento de esos standares bajo que condiciones
Como asesor de Agricultura Regenerativa en España me llena de gozo ver como las multinacionales del sector ya se están empezando a posicionar a nivel marketing para «vender» un nuevo modelo de producción que lleva algunos años en el mercado y se vislumbra como el alternatico al actual. El modelo actual está obsoleto porque es muy dañino para el medioambiente, mata toda la vida de los suelos, contamina todas las aguas y el aire y además produce unos alimento de una pésima calidad nutricional.
Bienvenidos a nuestro modelo aunque sea inducidos por una legislación cada vez más exigente.
Respecto a sus inversiones en investigación de cada molécula, decirles que la mayoria de éstas sobran, ya que la naturaleza hace muchos años que las tiene investigadas. Solamente hay que aprender a imitarla.