Este año, la campaña de siembras de cereales en Castilla y León se está desarrollando en condiciones idóneas. Está siendo un otoño húmedo, pero intercalando días sin lluvias, que han permitido el oreo del suelo y la posibilidad de realizar adecuadamente las labores de preparación del suelo y de cultivo.
Las siembras se han realizado en fechas, ya que este año las condiciones han sido ideales, como deberían ser todas las campañas. En años anteriores, las siembras se han retrasado, bien porque no llovía y el suelo estaba muy seco, imposibilitando las laborales o realizándolas de manera precaria, o bien, ha llovido sin parar, no permitiendo la entrada en las fincas, recuerda Jose María Santos, Responsable Dpto. de Agricultura e Innovación de Urcacyl, en declaraciones a Agrodigital.com.
Ahora mismo, se está ya en plena campaña de siembra en Castilla y León, la cual se podría alargar hasta la segunda semana de diciembre. También ya hay parcelas de trigo nacido, en muy buen estado, porque el suelo tiene humedad suficiente.

Venimos de una campaña con una cosecha muy elevada, por lo que hay animación en el campo. Por tanto, sería previsible que la superficie sembrada este año se mantuviera en niveles similares al anterior.
En los últimos 7-8 años se había visto una cierta reducción en la superficie sembrada de cebada a costa de un aumento de la sembrada de trigo. Esta tendencia se había revertida en la última campaña. No obstante, este año se podría volver, de nuevo, a un aumento de la superficie de trigo por dos motivos: meteorología y mercado, apunta Santos. Por un lado, las buenas condiciones de siembra están permitiendo que los agricultores siembren todo el trigo que tenían previsto. Otros años, la meteorología les ha obligado a sembrar más cebada al retrasarse la ventana de siembra. Por otro lado, la cosecha 2020 ha sido muy abundante en cebada, lo que unido a que ya se contaban con existencias iniciales, supone un oferta elevada y que se tienda a sembrar más trigo porque podría tener más demanda.
La campaña pasada se sembraron en Castilla y León 2 millones de hectáreas con cereales, de las que 788.404 ha fueron de trigos y 886.241 ha fueron de cebadas.
En cuanto a la colza, se ha podido sembrar toda la que los agricultores tenían prevista, gracias a la buena meteorología. El cultivo ya se encuentra en estado de roseta, con lo que puede afrontar perfectamente la llegada de las primeras heladas
Me interesa la siembra en Aragon y las variedades sembradas.