Investigadores del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC), la Estación Biológica de Doñana, la Fundación CBD-Hábitat y la Universidad de Oviedo, apoyado por la Junta de Extremadura y con la ayuda y participación del MITECO, han dado a conocer los resultados de sus investigaciones en la revista científica Biological Conservation, que demuestran que la presencia del lince hace disminuir la de los mesopredadores (zorro y meloncillo, principalmente) y en forma de cascada trófica la predación sobre sus principales especies presa: el conejo y la perdiz roja, lo que genera que ambas especies se recuperen a su vez en las zonas de reintroducción del lince ibérico.

Los súper depredadores juegan un papel crucial en el funcionamiento y estructuración de los ecosistemas, controlando las presas y manteniendo la biodiversidad. Sin embargo, la consideración de que su impacto fuese positivo–particularmente en paisajes humanizados- resultaba controvertida. La ausencia de investigaciones experimentales motivaba esta controversia, e incidía sobre la aceptabilidad social de la recuperación o reintroducción de los súper predadores.
Uno de estos súper predadores es el lince ibérico, una de las especies en mayor peligro de extinción a nivel mundial, que sólo se distribuye por la península ibérica, y que está siendo objeto de importantes proyectos de conservación y de reintroducción para salvarle de su extinción. Sin embargo, a menudo los proyectos de reintroducción eran rechazados o poco valorados por los sectores ligados a la caza, debido a su posible afección a algunas de sus especies presas principales, el conejo y la perdiz roja, que a su vez son objeto de una importante actividad cinegética en el mundo rural.
Para resolver esta cuestión, usando estimaciones precisas de densidad, un equipo de investigadores del IREC (CSIC-UCLM-JCCM), Estación Biológica de Doñana, Fundación CBD-Hábitat y Universidad de Oviedo, apoyado por la Junta de Extremadura, se embarcó en un estudio pionero y novedoso a lo largo de tres años, financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica, que ha mostrado por primera vez para esta especie que las abundancias de los mesopredadores (el zorro y meloncillo principalmente) se redujeron después de la reintroducción del lince ibérico, dado que éste compite y finalmente depreda o desplaza de su territorio a otros carnívoros más generalistas y abundantes.
EFECTOS POSITIVOS EN CASCADA
Además, la presencia del lince genera efectos positivos en cascada en los niveles tróficos inferiores, es decir, en sus presas, el conejo y la perdiz roja. A pesar de que el lince consume conejos como principal presa, su presencia evita que un mayor número de otros carnívoros continúe alimentándose en esos territorios, reduciendo el número total de conejos y perdices depredados.
En concreto, el estudio demostró experimentalmente cómo tras la reintroducción del lince ibérico en el Valle de Matachel (Badajoz) se produjo una reducción de la abundancia de zorros y meloncillos de aproximadamente un 80
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