El programa AKER fue lanzado en 2012 pero este año marca, sin ninguna duda, un punto de inflexión con el análisis de millares de parcelas de ensayo implantadas por los equipos del Laboratorio de remolacha y achicoria de Florimond-Desprez (LBE).
Desde el comienzo del programa AKER, el LBE está muy implicado y ha estado a cargo, particularmente, de los cruzamientos manuales entre las plantas élites y las plantas salvajes; de los retrocruzamientos, de las autofecundaciones y de las hibridaciones en jaulas en 2017.
Para Nicolas Henry, director del LBE “nuestro servicio contribuye ampliamente al programa y esta contribución será netamente superior en 2018 por el fenotipado en campo de los 3.000 genotipos”.
Y por esta razón, después de 4 años en invernadero, así como un año de multiplicación en jaulas, los 3.000 híbridos obtenidos del programa AKER se han sembrado esta primavera en pleno campo por primera vez, para ser evaluados.
En total, el equipo agronómico del LBE han sembrado 60.000 parcelas en un tiempo récord, triplicando su capacidad habitual. Para Nicolas Henry “es una enorme carga de trabajo suplementario y debo felicitarme por mi equipo. AKER es una proeza técnica, que pasa por colaboradores motivados realizando un trabajo soberbio”.
Ahora, será preciso evaluar las plataformas establecidas, tanto en términos de rendimiento como de comportamiento frente a ciertas enfermedades como la cercospora, el oidio e incluso, la fuerte presión de rizomanía. Por otra parte, caracteres como la tolerancia al espigado o la capacidad de conservación serán tenidas en cuenta para identificar y seleccionar los mejores individuos.
“El año 2018 va a ser fructífero, esperamos la aparición de variedades excepcionales, o al menos, obtener notables genes de interés para mejorar la competitividad del sector remolachero frente a la caña de azúcar, así como la de Florimond Desprez que está siempre al servicio del sector” concluye Nicolas.
Viaje de prensa.
Jueves, 14 de Junio, un viaje de prensa para presentar el estado de progreso de los trabajos ha sido organizado en una de las plataformas de fenotipado del programa AKER en Curchy (Somme).
Programa AKER
Lanzado en 2012, el programa AKER busca mejorar la competitividad de la remolacha en el horizonte 2020. Concretamente, AKER tiene por objetivo duplicar el ritmo de crecimiento anual del rendimiento azúcar/hectárea de la remolacha.
Con una duración de 8 años (2012-2020), AKER se inscribe en el programa de inversiones AVENIR iniciado por el Estado y dotado de un presupuesto de 18,5 millones de euros. En total son más de 80 investigadores, procedentes de 11 asociados públicos y privados del sector remolacha-azúcar-alcohol francés los que colaboran para este programa.
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