El Departamento de Agricultura de Cataluña puso en funcionamiento, desde ayer, la Campaña de la Siega, un operativo especial de apoyo al mundo rural que pretende reducir el número de incendios y minimizar los daños. Este operativo especial formado por más de un centenar de efectivos se suma a las jornadas de formación dirigidas a los agricultores y los encuentros informativos que tienen lugar en diferentes consejos comarcales.
Los trabajos de la siega son una actividad agraria con riesgo de incendio, básicamente porque se llevan a cabo a temperaturas muy elevadas, humedades bajas y con una vegetación fácilmente inflamable.
El dispositivo de vigilancia está formado por efectivos del cuerpo de Agentes Rurales de las siete comarcas afectadas, miembros del Grupo Especial de Prevención de Incendios Forestales (GEPIF) de Forestal Catalana y representantes de Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF) que también participan en la vigilancia de acuerdo con su disponibilidad.
Concretamente, el dispositivo abarca 250.000 hectáreas situadas en las principales zonas cerealísticas de Lleida, Tarragona y Asturias y se concentra en las comarcas de Anoia, Bages, la Conca de Barberà, Segarra, Solsonès, Noguera y el Urgell. Todos los efectivos realizan un despliegue radial y realizan unos itinerarios diarios para intentar cubrir el máximo de territorio. También participa el Grupo de Apoyo Aéreo de los agentes rurales como una herramienta esencial para mejorar la detección de columnas de humo y la coordinación de los efectivos terrestres.
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