La
mecanización del olivar tradicional e intensivo es uno de los grandes retos de
todos los profesionales que se dedican a la mecanización agraria, dada la
complejidad de este cultivo. El proyecto Mecaolivar ha desarrollado diferentes
prototipos que abren la puerta a la mecanización integral de este tipo de
olivares, ahorrando costes y mejorando la calidad y la trazabilidad del aceite
de oliva, beneficiando así a los olivareros, al sector transformador y a los
consumidores.
A veces
para ver ciencia ficción no es necesario ir al cine. Hoy en día puedes alucinar
paseando por un olivar de Córdoba si te encuentras con uno de los prototipos
desarrollados en el proyecto Mecaolivar: ves avanzar una máquina enorme, ella
sola, guiada por tecnología Google y un gps, detectar con infrarrojos un olivo y
acoplarse perfectamente al tronco, activar una segunda máquina que se también se
acopla automáticamente al mismo árbol por el otro lado (rodeándolo así
completamente) y, de improviso, empieza a vibrar el árbol, caen las aceitunas y
se recogen por unas cintas transportadoras que las llevan a un saco
directamente, reflejandose en el ordenador el sitio exacto donde se han cogido,
la hora y todos los datos necesarios para una trazabilidad total de esas olivas.
Luego, la máquina se desengancha del árbol y avanza sola hacia el siguiente
olivo. ¿Cómo se quedan?
Esto y
mucho más pudimos ver durante la Jornada de Campo desarrollada en el IFAPA de
Cabra (Córdoba) en la que se presentaron los 15 prototipos desarrollados por 9
empresas y dos CPI dentro del proyecto Mecaolivar, que acaba de recibir el
Premio Nacional de Innovación 2015 por “proporcionar soluciones de carácter
innovador a las necesidades de su entorno más cercano a través de la
mecanización del sector del olivar”, además del V Premio de la Caja Rural del
Sur a Proyectos de I+D+i por el “Desarrollo de la primera cosechadora integral
de olivar tradicional con sistemas de sacudidores de copa” (primera línea de
actuación del proyecto).
Un cultivo
difícil de mecanizar
El olivar es uno de los
cultivos más complicados de mecanizar por las características que tiene: muchas
veces situados en fuertes pendientes, con árboles de diferentes formas, alturas,
número de troncos y distancias entre olivos, etc. Según Jesús Gill Ribes,
catedrático de Ingeniería Agroforestal de su E.T.S.I. Agronómica y de Montes de
Córdoba y responsable de Mecaolivar, de los 2.600.000 hectáreas de olivo que hay
actualmente en España, el 24% de la superficie son olivares tradicionales de muy
dificil mecanización, el 52% son olivares tradicionales mecanizables, el 22% son
olivares intensivos también mecanizables y el 2% son olivares superintensivos.
El proyecto Mecaolivar ha
desarrollado prototipos para mecanizar tanto el olivar tradicional accesible
como el olivar intensivo, que representan el 74% de la superficie del cultivo y,
por tanto, pueden suponer un ahorro importantísimo en costes así como una mejora
de la calidad y la trazabilidad del aceite de oliva. Es tal el interés del
sector que la Interprofesional del Aceite de Oliva de España (IAOE) se ha
involucrado al 100% con la UCO, aportando el 20% del presupuesto total del
proyecto, que alcanza los 3.900.000 euros. El otro 80% restante han sido fondos
FEDER a través del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).
Los 15 prototipos
presentados responden a cinco líneas diferentes de actuación: cosechadoras para
olivar tradicional, cosechadoras para olivar intensivo, mejoras en los
vibradores de troncos, aplicación de productos fitosanitarios en las copas de
los árboles y aplicación de fitosanitarios en el suelo con manejo de las
cubiertas vegetales. Lo más destacado es que todos los prototipos responden a
las necesidades reales del sector y, de hecho, serán muchos de ellos la base de
equipos comerciales en muy poco tiempo.
Cosechadoras integrales
para olivar
Desde luego que las
máquinas que más sorprendieron fueron las cosechadoras integrales para olivar,
tanto tradicional como para intensivo. En el olivar tradicional el problema es
el coste de la recolección manual y la dificultad de mecanización al ser los
árboles tan irregulares. Mientras que en el intensivo ya existen vibradores de
troncos pero que no recogen la aceituna de forma integral y, además, es
necesario mejorar las pinzas para que no dañen la corteza del árbol, etc.
Así, para olivar
tradicional se presentaron dos equipos diferentes que ofrecen soluciones
distintas para una cosecha integral. Moresil ha desarrollado un sacudidor de
copa modular con cuatro secciones independientes que varea la copa del olivo y
tira la aceituna hacia abajo sin despedirla, cayendo al propio equipo que la
recoge, limpia y almacena en un big-bag. Por su perte Maqtec ha desarrollado
otro sistema de varas de diferentes tamaños que agitan las hojas y lanzan la
aceituna hacia el equipo que va todo cerrado y recoge por cintas la aceituna
tamién a un big-bag. Ambos equipos van arrastrados y se adaptan a las diferentes
formas de los olivos tradicionales y de sus troncos.
Para olivar intensivo,
donde los troncos son de un pie y están a una distancia regular, se han
desarrollado tres equipos muy diferentes. Isotrol Mc2 ha ideado el equipos que
comentamos al principio, que se posiciona solo con visión laser y vibrador
robotizado con dos deflectores que se acoplan al árbol y recogen toda la
aceituna en un big-bag. Por su parte Tecniagri ha diseñado una cosechadora
basada en un vibrador de troncos con una gran plataforma desplegable alrededor
del árbol, que recoge la aceituna y la lleva por una cinta al big-bag.
Y la empresa Gascón ha
desarrollado una enorme cosechadora colgante autopropulsada con vibrador de
troncos que, literalmente, hace pasar cada olivo por el centro de la máquina
(como una vendimiadora con la viña en espaldera) y hace vibrar cada olivo,
recogiendo la aceituna también en big-bag.
En cuanto a la mejora de
los vibradores ya existentes para olivar, Isotrol mc2 ha desarrollado un nuevo
vibrador automatizado con compensador de par y nuevos materiales de agarre.
Tecniagri ha desarrollado otro vibrador automatizado con regulación de las
variables implicadas en el agarre de la pinza y la empresa Crispe ha diseñado
otro vibrador con masa escéntrica variable y nuevos materiales de agarre con
relleno líquido.
Pulverización precisa y
eficiente
Las nuevas normativas
europeas obligan a tener el máximo cuidado a la hora de pulverizar productos
fitosanitarios, evitando la deriva, las pérdidas de producto y cualquier tipo de
contaminación. Para responder a este reto, dentro del proyecto Mecaolivar se han
desarrollado tres pulverizadores que se adaptan de diferentes formas a las copas
de los olivos y hacen una pulverización más precisa y efectiva. Las soluciones
desarrolladas por las empresas Atasa, Mañez-Lozano y Osuna-Sevillano son
diferentes, pero todas tienen sistemas hidráulicos direccionales y múltiples
sensores para adaptarse perfectamente a cada árbol, parando la pulverización
cuando no hay olivos en su camino y mejorando la aplicación.
En cuanto a la aplicación
de herbicidas en suelo, también Atasa y Osuna-Sevillano han presentado dos
equipos diferentes pero que incorporan sistemas de detección de flora y solo
aplican el producto cuando hay malas hierbas, siendo así 100% eficaz. El equipo
de Atasa incorpora una desbrozadora adaptable a la pendiente y barra de
herbicida con mezclador de productos en tiempo real, mientras que el de
Osuna-Sevillano tiene cuerpos desmontables en los extremos de la barra
hidráulica.
En definitiva, el proyecto
Mecaolivar ha demostrado que la mecanización del olivar tradicional e intensivo
es una necesidad a la que se puede dar respuesta y en solo dos años ha
conseguido sacar adelante estos 15 prototipos que serán la base tecnológica de
las máquinas del futuro. Recuerden el primer teléfono móvil que tuvieron: sin
ese primer paso no podríamos entender cómo hemos llegado a los increíbles
terminales de hoy en día.
En cualquier caso, el
mejor resumen de la jornada lo hizo Maria Luisa Castaño Marín, directora general
de Innovación y Competitividad del MINECO, cuando afirmó que el proyecto
Mecaolivar ha creado el triángulo perfecto para la innovación: Universidad,
Interprofesional y Empresas unidas para dar respuestas reales a necesidades
concretas del olivar español. La directora general, que dedica gran parte de su
tiempo a ver proyectos de innovación industrial de todo tipo y dimensión, se
quedó realmente sorprendida de la tecnología aplicada en el sector agrario y no
dudo en calificar Mecaolivar como uno de los mejores proyectos, si no el mejor,
que ha desarrollado el Ministerio. Ya les decíamos que parece ciencia ficción.
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