El cumplimiento de la legislación comunitaria de medioambiente y seguridad alimentaria para la producción de uva tiene unos costes similares en España, Francia e Italia y supone en torno a un 2-4% de los costes totales. Sin embargo, en otros países como Bulgaria, estos costes de cumplimiento son más bajos (0,1%), como consecuencia de la implementación gradual de la normativa comunitaria. En terceros países, el coste de cumplimiento de la legislación es bajo (menos de un 1%), porque su legislación es menos restrictiva, según ha puesto de manifiesto un estudio de la Comisión Europea, que ha comparado los costes de cumplimiento entre varios países de la UE con terceros países, por sectores.

Los costes de producción varían según los países. En España e Italia rondan los 300 €/tn mientras que en Francia se duplican. En Sudáfrica, los costes de producción son similares a los de España, mientras que en Australia se triplican, como consecuencia de los altos costes de irrigación. La competitividad entre países viene determinada por la calidad y el rendimiento por hectárea. El estudio además señala que la producción de uva no es el objetivo final, sino la producción y comercialización del vino, aspectos que influyen mucho en la competitividad de la cadena de producción pero que no están analizados en el informe de la Comisión.