Asaja-Cádiz muestra su indignación por la reducción a menos de la mitad en las ayudas agroambientales destinadas al apoyo del cultivo del arroz que pasan de los 248 euros por hectárea a tan sólo 115. Asaja-Cádiz, insta a Federico Fernández Ruiz-Henestrosa, delegado de Agricultura y Medio Ambiente de la provincia de Cádiz, y conocedor y defensor del cultivo, a que medie con la Consejería de Agricultura para que el trabajo medioambiental y económico de más de 20 años de los arroceros no se eche en saco roto.
Cádiz, una provincia en la que el arroz ha supuesto el salvavidas económico de la Comarca de la Janda consiguiendo la reconversión de 2.800 hectáreas en un paraje sostenible y económicamente viable, que supone 34.000 jornales (12 jornales por hectárea) repartidos entre los siete pueblos que rodean el arrozal.
Asimismo, la asociación insiste en que la supresión de gran parte de la ayuda agroambiental al cultivo del arroz es una decisión que va en contra de la razón de ser de la propia ayuda puesto que se supone que estas se otorgan a aquellos agricultores que, con unas prácticas respetuosas con el medio ambiente, se encargan de crear y mantener el ecosistema para generaciones futuras. En este sentido, no hay mejor ejemplo que el arrozal de la Janda para resumir la creación de un ecosistema nuevo partiendo de la nada. En sus más de 20 años en la comarca los arroceros se han encargado de posibilitar la aparición de paraje inigualable con cangrejos, culebreras, nutrias y una población de 15.000 aves, muchas de ellas incluidas dentro de las listas rojas de peligro de extinción como el aguilucho lagunero, la garcilla cangrejera, el chorlitejo patinegro, la espátula, el martín pescador y el águila imperial.
Parece que tanto la generación de riqueza, empleo y un ecosistema envidiable, resultan poca cosa para la Administración andaluza que en vez de apoyar trabajos tan completos como el de los arroceros, los castiga reduciendo a menos de la mitad las ayudas agroambientales al sostenimiento de la actividad.
Discriminación en comparación con Valencia
Llama poderosamente la atención que hay otras comunidades en las que la Administración es conciente del potencial medioambiental y económico del cultivo del arroz, como es el caso de Valencia, donde la Consejería de Agricultura ha fijado la ayuda a la producción integrada de arroz en 400 euros por hectárea, con lo que los arroceros que cultiven su arroz en el entorno de La Albufera de Valencia en el periodo 2015-2020 contarán con una ayuda superior en un 350% a la que reciban los agricultores que siembren arroz en producción integrada en Andalucía.
Esta discriminación deja en clara desventaja a los arroceros andaluces que se encuentran con las mismas dificultades en la obtención del producto y con 285 euros menos.
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