Los taninos de un árbol llamado el quebracho pueden controlar la producción de compuestos que causan los olores de los purines, según los resultados de un estudio del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS). Estos hallazgos podrían darles a los ganaderos nuevas opciones para controlar los olores y, a la vez que mejoran las relaciones de los productores con sus vecinos.
El sulfuro de hidrógeno y otros compuestos de sulfuro causan aproximadamente la mitad de los olores desagradables en los purines de los cerdos. Los científicos han determinado un grupo de bacterias que generan los compuestos como parte del proceso de descomposición de los purines. La actividad microbiana en las balsas de purines también genera metano y óxido nitroso, los cuales son gases del efecto invernadero.
Los estudios realizados por otros científicos indicaron que los taninos, los cuales son compuestos presentes en las hojas de árboles pueden bloquear la actividad microbiana en los intestinos del ganado rumiante. Como resultado de esos estudios, microbiólogos Terry Whitehead y Mike Cotta, quienes trabajan en la Unidad de Investigación de Bioenergía mantenida por el ARS en Peoria, realizaron un estudio de laboratorio para determinar si los taninos del quebracho pueden suprimir la actividad microbiana que genera los olores en el estiércol.
Whitehead y Cotta incubaron el estiércol del cerdo en condiciones de laboratorio que imitaron las condiciones de la granja, y luego monitorearon las emisiones de gas y las poblaciones de las bacterias que reducen los sulfatos. Agregaron los taninos de quebracho al estiércol. Después de siete días, observaron que la producción del sulfuro de hidrógeno y el metano había sido reducida en más de un 90% y que la producción continuó reduciéndose durante tres semanas. También observaron reducciones en las poblaciones de las bacterias que reducen los sulfatos, entre un 70% a un 90%, en la mezcla que contuvo los taninos.
Ahora se necesitan estudios de campo para determinar si el uso de los taninos del quebracho en los pozos de estiércol puede reducir significativamente la actividad de las bacterias que reducen los sulfatos y la producción del sulfuro de hidrógeno y el metano. Si este enfoque tiene éxito, podría proveerles a los productores del ganado de un método económico para mitigar los olores y las emisiones de los gases del efecto invernadero, y los taninos no representarán una amenaza al medio ambiente cuando los agricultores usarán el estiércol como fertilizante en los campos.
Whitehead y Cotta publicaron sus resultados en la revista científica ‘Applied Microbiology and Biotechnology’ (Microbiología y Biotecnología Aplicada) en diciembre del 2012.
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