Los Consorcios
Regionales de Experimentación Agrícola de Argentina (CREA) han elaborado un
informe en el que se analiza como se fija el precio del grano en Argentina y en
otros países productores de soja de Sudamérica, como es Brasil y Argentina.
ARGENTINA
Un porcentaje
importante de los granos que se comercializan en la Argentina es bajo la
modalidad de contratos a fijar. Concretamente, en la campaña 2012/13,
este porcentaje fue de un 35%. El precio pizarra, principal referencia de esta
modalidad, es elaborado por la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de
Rosario y se publica sobre la base del acuerdo de los semaneros, teniendo en
cuenta la información que les llega de los negocios realizados el día anterior.
Así, quien fija por pizarra no vende nunca con el precio que se está pactando en
el mercado en el momento de la transacción, sino que lo hace sobre la base del
día anterior.
En los últimos
meses, algunos de los contratos a fijar comenzaron a registrar
variaciones en las condiciones de fijación de precio: se cerraron contratos de
compra tomando como referencia el valor mercado del comprador.
Por otro lado, la
fijación mediante valor de mercado comprador se pacta a partir del precio que la
empresa adquiriente ofrece pagar ese día a sus oferentes. Esta modalidad implica
que el productor no necesariamente tendrá un precio de referencia pública sobre
el cual concretar la venta e impide que la mercadería pactada ingrese a la puja
de oferta y demanda del mercado y genere precio. Otra desventaja es que este
tipo de contratos no estipula instancias de arbitraje.
Se debe tener en
cuenta que, en la actualidad, las operaciones on line son factibles de
realizar en todo el territorio nacional. Y que los productores, si aceptan
operaciones a fijar, lo hacen por un acuerdo entre partes con el
comprador, ya que no es obligatorio tomar la pizarra como referencia. Pueden
pactar entre las partes con otro mercado de referencia, como el de futuros del
Matba.
La Cámara
Arbitral de la Bolsa de Cereales de Rosario informó sobre los alcances de la
pizarra en un comunicado publicado en 2011. En el mismo se estableció que "los
precios de pizarra siempre fueron meramente orientativos", y esta condición es
todavía más clara y explícita a la luz del artículo 3 del Decreto 1058/1999, que
aclara que “no son obligatorios para las partes en ningún segmento de la
comercialización, salvo pacto expreso en contrario”.
Además, al ser
publicados al día siguiente, las pizarras no pretenden (ni pueden) tener otra
finalidad que indicar, de manera histórica, orientativa y puramente referencial,
el nivel de precios que alcanzó un determinado producto, en determinadas
condiciones, el día anterior.
Es decisión
comercial de cada operador utilizar o no los valores informados por las Cámaras
como referencia para hacer negocios o para ponerle precio a una mercadería
entregada.
MODALIDADES EN
OTROS PAÍSES
En otros países
productores de granos no existen precios de referencia que reflejen
exclusivamente operaciones que comprometan la entrega física de granos. En
términos generales, las modalidades de venta están regidas a partir del cálculo
de paridades (bases) locales con respecto a mercados externos de referencia,
como el CME de Chicago. Estos últimos, a su vez, forman precio en función a una
combinación de los fundamentos del producto y la intervención de otros actores
como inversores y/o fondos.
Uruguay
Uruguay no cuenta
con un mercado concentrador de las operaciones agrícolas, como el Matba o el
Rofex. Sí tiene la Cámara Mercantil de Productos del País, que publica los
precios de referencia que emergen de las comisiones de información de precios
integradas por representantes de las entidades gremiales.
En definitiva,
las herramientas más habituales de compraventa de los productores uruguayos, en
el caso de ventas a futuro, son los contratos forward, es decir contratos
que se pactan entre productor y exportador. Para las ventas de mercadería
disponible o a fijar se opera tomando como precio de referencia el CME de
Chicago descontando primas según lugar de venta.
Brasil
En Brasil existen
dos canales de mercado para la soja. En primer lugar, está el canal que utiliza
el productor agropecuario, más conocido como mercado de mostrador,
consistente en entregar los granos cosechados a un centro acopiador, que puede
ser una cooperativa, comerciantes o industria; para 2011, sólo el 5% de los
agricultores brasileños tenía capacidad de almacenaje propia.
En un segundo
nivel, se encuentran las transacciones entre empresas; es decir las
cooperativas, acopiadores o industrias que venden a otras industrias o a la
exportación. Este canal se conoce como mercado de lotes.
Un bajo
porcentaje de la cosecha es vendido a fijar y los productores pactan
tomando como referencia los precios del disponible que se publican diariamente
por cada estado, aunque no quedan registrados en un contrato.
El mercado de
referencia internacional de granos está en EE.UU, con lo cual las operaciones de
ese país se fijan en función a las cotizaciones del Mercado de Chicago. El grano
entregado a fijar se pacta sobre la base del mercado más o menos una
prima generalmente acordada en el momento del contrato.
Igual que en
Brasil, gran parte del volumen es vendido y entregado en la cosecha. Lo que no
se vende, por lo general es acopiado por los mismos productores en sus
establecimientos. En estos casos, mayoritariamente se operan coberturas, también
en el Mercado de futuros de Chicago.
Canadá
En Canadá se
comercializa de distintas formas dependiendo el producto. En el caso de la
canola, el precio se fija sobre la base de futuro ICE de Winnipeg, al cual se le
descuenta un basis en concepto de manipulación y transporte. En general,
el precio de Winnipeg se comportan de manera similar a la cotización de soja en
Chicago, con lo cual siguen esta cotización también. En el caso del trigo, el
precio se construye considerando el futuro de Minneapolis con basis
similares a los de canola.
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