Málaga mantiene su producción ecológica después de años de exponencial crecimiento, pero lidera la agroindustria, que en el último ejercicio ha crecido un 68%, contando así con 207 agroindustrias ecológicas. Luces de un sector que echa de menos un impulso definitivo para crear ambiciosas vías de comercialización.
Así lo asegura Luis Méndez, técnico de Asaja Málaga, tras hacer un estudio exhaustivo de los últimos datos que ha aportado la Secretaría General del Medio Rural y la Producción Ecológica.
Andalucía cuenta ya con 949.025,27 hectáreas de producción ecológica, lo que la sigue convirtiendo en la comunidad con mayor superficie certificada del territorio español. Se ha producido por primera vez una estabilidad con respecto al aumento de superficie total que venía produciéndose en los últimos años, si bien algunos sectores continúan su crecimiento exponencial como en el caso de la vid o los subtropicales.
El primer cultivo en cuanto a superficie sigue siendo el olivar con 54.800,69 hectáreas, algo menos que en campañas anteriores, seguido de los cereales, que si incrementa su superficie, con 51.742,26 hectáreas, y los frutos secos con 37.843,68 hectáreas.
Por provincias Cádiz se encuentra a la cabeza de la superficie certificada en el territorio andaluz con 183.379 hectáreas, mientras que Málaga se encuentra a la cola con 33.331,79 hectáreas.
El número de industrias del sector ecológico registradas en la Comunidad Autónoma andaluza alcanzó las 1.250 actividades en 2012, un dato que supone un incremento del 30% respecto a al año anterior al sumarse 283 instalaciones a las 967 industrias existentes en 2011.
Radiografía del sector en Málaga
El hecho de que Málaga ocupe el último lugar en cuanto a superficie certificada ecológica se encuentra en parte motivado por la particular orografía de nuestra provincia, así como por su limitación espacial respecto al resto. Pero es sobre todo en la superficie de bosques y praderas destinadas a pastos para alimentación animal donde se observan las principales diferencias en cuanto al número de hectáreas con respecto a otras provincias, diferencias no tan abultadas cuando hablamos de cultivos.
Málaga cuenta ya con 33.331,79 hectáreas certificadas, junto a Cádiz y Jaén son las únicas provincias que han aumentado aunque muy ligeramente su superficie. Sigue creciendo el número de operadores, que ya se sitúa en (1.016) así como el número de elaboradores (65) e importadores (10).
En cuanto a cultivos, sigue a la cabeza el olivar con 2.596,37 hectáreas y los frutos secos, con 1.579 hectáreas. Cabe destacar en el olivar el reciente premio a nivel nacional al “Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra de la campaña 2012–2013” otorgado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a la Finca La Reja, asociados de Asaja Málaga y ubicados en el municipio de Bobadilla, lo que viene a ratificar la calidad de los aceites de producción ecológica.
Los cítricos siguen su ascenso, con 1.229 hectáreas, siendo ya Málaga la provincia con mayor superficie certificada por delante de Almería y Huelva. Los cítricos, tanto en conversión como en ecológico, están manteniendo una fuerte demanda lo que conlleva unos precios más que razonables, tanto en fresco como a transformación. Fundamentalmente se centran estas producciones en el Valle del Guadalhorce.
Málaga, añade Luis Méndez, sigue siendo el referente en el cultivo de subtropicales ecológico. La exportación a otros países de la Unión Europea es el destino fundamental de estos productos, que alcanzan un precio de hasta un 30% superior al convencional. Es en la Axarquía donde se centra fundamentalmente la producción de fruta tropical y subtropical ecológica, aunque empieza a extenderse por zonas del Guadalhorce y costa occidental. Se comercializan cerca de 700.000 kg anuales de aguacates, y al menos 1.000 toneladas de mango ecológico. La provincia tiene el 70% de la producción ecológica de subtropicales de Andalucía, con 634 ha certificadas, representado principalmente por el aguacate.
En ganadería se mantienen los números globales de años anteriores, el ovino con 20.3060 animales, se encuentra a la cabeza destacada del sector ganadero. Reseñar la bajada en el número de cabezas del sector caprino con 1.986 cabezas, sin duda motivada por la grave crisis de precios que atraviesa el sector, y las necesidades de permanente mano de obra que requiere, lo cual está haciendo disminuir la cabaña de forma alarmante. En sentido opuesto se encuentra la avicultura, siendo Málaga la única productora de carne ecológica de esta especie con 7.430 animales y otros 2.558 para la puesta de huevos. El vacuno de carne se mantiene en 1.844 cabezas. La comercialización del producto ganadero ecológico es aún mas difícil que la de los productos agrarios, existiendo aún pocos canales para la comercialización en la provincia, contando en la actualidad con tan sólo 3 mataderos y sala de despiece certificados.
En las actividades industriales, Málaga se sitúa en los primeros puestos con 207 agroindustrias. Destaca especialmente el aumento de 65 agroindustrias ecológicas en Málaga, que en 2011 contaba con 142. Cerca del 85% de este tipo de industrias andaluzas se corresponden con empresarios individuales (trabajadores autónomos) que suponen una fuente de empleo en la actual coyuntura económica. Destaca especialmente en la manipulación y envasado de productos hortícola frescos (47), panificación (21), frutos secos (9), almazaras (15) y bodegas (11).
Se observa también un aumento a lo largo del último año en el total de importadores y comercializadores de la agroindustria ecológica a nivel andaluz, que ha experimentado un incremento del 58% y 0,9% respectivamente, en donde la provincia de Málaga se encuentra a la cabeza nuevamente con respecto al resto de las provincias.
La exportación es la principal salida del producto (90%), el consumo interno en la provincia sigue siendo escaso, comedores sociales, canales cortos como mercadillos locales y ferias o pequeños establecimientos especializados son las salidas del producto en el interior.
Conclusiones
Se puede afirmar con estos datos que Málaga se estabiliza a la par que los datos registrados en los últimos años a nivel nacional y muy especialmente a nivel andaluz. Cabe pues plantearse si este es el techo que tiene la producción ecológica o se puede hacer algo más. Según Luis Méndez, “queda mucho camino por recorrer, ya que la provincia posee un gran potencial por su propia condición climática, estratégica, tejido empresarial, etc., que la pueden convertir en un referente en estas producciones”.
Según su criterio, se debe ser más ambicioso en la construcción de vías de comercialización interna, iniciativas como el III Plan Andaluz de Agricultura Ecológica, deben tener en cuenta esto y “hacer una apuesta fuerte porque el producto ecológico se encuentre al alcance del consumidor en todos los canales de comercialización. Si no damos una mayor salida interna al producto, nos moveremos tan sólo en los márgenes que la exportación nos permita. Atomización de oferta, asociacionismo, estrategia comercial, diversificación, calidad, mayor formación y seriedad son premisas para un despegue real de estas producciones en la provincia”.
Por otro lado, siguen siendo de especial importancia que se mantengan las ayudas procedentes de Europa en la futura reforma de la PAC para el fomento de estas producciones. Es incuestionable que el crecimiento exponencial de la superficie se encuentra en parte asociado a este tipo de ayudas, que si bien no deben ser el sustento de la producción ecológica, son una fuerte motivación para la conversión en un momento de crisis generalizada de precios agrarios.
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