A medida que avanza la cosecha se está comprobando que la escasez de uvas es incluso más acusada de lo previsto. A pesar de ello, la mayoría de las bodegas esperan que sus proveedores les entreguen de nuevo la uva sin establecer previamente el precio, impidiendo la competencia entre los compradores y la lógica subida de los precios.

Mientras tanto, los veedores y vigilantes de pesaje están extremando la vigilancia durante las actuales labores de vendimia. Desde la UAGR se reclama que este celo en el control al trabajo de los viticultores no se quede solo en los productores, sino que se extienda también a las bodegas.

Por todo lo anterior, la Unión considera que hay que extremar el control ante la posibilidad de que se introduzca vino de fuera. De esta manera se garantizará que la calidad final de los vinos de Rioja sea la exigible para una zona de prestigio como la nuestra, y a la vez que se recupere la rentabilidad del sector productor.