La cadena de producción de carne de porcino en España ha cambiado drásticamente en los últimos años 4-5 años, debido a que la crisis económica, que ha afectado a todos los eslabones de esta cadena y especialmente al consumo, según ha puesto de manifiesto un estudio sobre la Competitividad en la Industria Cárnica de la UE, elaborado por la Comisión Europea.
El sector porcino español se caracteriza por ser un exportador neto, pero con un exceso de capacidad y de oferta. La producción de cerdos se encuentra muy integrada, pero esta integración es escasa entre producción e industria.
La industria del porcino está muy fragmentada. Cuenta con 2 empresas de tamaño grande, 10 de tamaño mediano y miles de pequeño tamaño. La gran mayoría de industrias pertenecen a familias con una gran tradición en el sector.
Dentro de la industria del porcino hay una gran especialización y se observa una gran diferencia entre las empresas que se dedican a la producción de carne fresca y las que centradas en las carnes procesadas.
La industria de producción de carne fresca está mucho más atomizada que la de procesado. El principal productor de carne fresca (Grupo Batallé) tiene menos de un 6% de cuota de mercado. Las 10 principales empresas de carne fresca (Batallé, Valls Company, Samper, Cárnicas Vilaró, Tererisa, Loriente Piqueras, El Pozo, Campofrio, Famadesa y Sola) representan el 44% de la cuota de mercado.
Por el contrario, la dimensión de la industria cárnica de productos procesados es totalmente diferente. Las 10 primera empresas concentran el 82% del mercado. La principal, Campofrio aglutina el 27% de la cuota de mercado, que junto con la segunda, El Pozo llegan a 41%. Las 8 siguientes son Tarradellas, Argal, Noel, Loriente Piqueras, Monells, Corporación Alimentaria de Guissona, Casademont y Cañiqueral.
Por su parte, el sector de la distribución ha sufrido importantes cambios en los últimos años. El mercado está dividido, mas o menos, a partes iguales entre las mercados tradicionales y los supermercados modernos, concentrando estos últimos los productos transformados.
La distribución española está muy fragmentada con 6 grupos que concentran el 50% de la superficie de venta. A pesar de esta fragmentación, la concentración horizontal es mayor en la distribución que en la industria, lo que genera un desequilibrio en la capacidad de negociación a favor de la distribución. Este desequilibrio se transmite hacia atrás en toda la cadena productiva del porcino.




Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.