El olivar y el agua son dos pilares de la historia, la economía y la tradición andaluzas. En la actualidad, la superficie dedicada al olivar en Andalucía supera el millón y medio de hectáreas, lo que equivale al 33% de las tierras de cultivo y el 16% de la superficie total andaluza, dada su buena respuesta productiva a la puesta en riego ha habido una rápida difusión de métodos como el riego localizado que permite la utilización de técnicas como el fertirriego, aplicación conjunta de agua y fertilizante en los riegos.
El fertirriego ofrece ventajas en la aplicación de los fertilizantes, como la distribución homogénea, la rapidez en la respuesta, etc…pero es importante conocer las dosis que debemos aplicar ya que al ser una forma diferente de fertilizar debe comprobarse y contrastarse que los programas de cálculo de dosis de abonado se mantienen.
Para optimizar el manejo del fertirriego hay que conocer los requerimientos de agua y nutritivos de los cultivos, los momentos de aplicación de los nutrientes a lo largo del ciclo vegetativo, la dosis total a aplicar, el tipo de fertilizante a emplear y los sistemas y formas de aplicación, los efectos del manejo sobre la lixiviación o lavado de solutos en el suelo y finalmente el control del estado nutritivo del cultivo para poder realizar las correcciones oportunas.
El principal objetivo de este trabajo era estudiar la distribución de los nutrientes en el suelo cuando son aplicados con riego localizado, una técnica cada vez más extendida en los olivares andaluces, lo que supone una gran superficie manejada en riego localizado y en la que se aplican técnicas de fertilización basadas en criterios que no contemplan la efectividad de este tipo de aplicación.
Para poder ofrecer una respuesta al sector y que se pudiera mejorar la programación de la fertilización que se realiza como fertirriego (aplicación conjunta de agua y nutrientes) se fijaron como objetivos principales de la Tesis:
• Aumentar los conocimientos sobre el comportamiento en el suelo de los nutrientes aplicados en fertirriego, con idea de racionalizar el uso de fertilizantes.
• Estudiar la respuesta del olivo a dosis crecientes de nitrógeno aplicadas en fertirriego, evaluando la respuesta tanto sobre la producción como sobre la calidad de los aceites producidos, así como sobre el comportamiento de los frutos en el proceso industrial de extracción de aceite.
• Evaluar el efecto de la fertirrigación en la distribución en el suelo y la disponibilidad de nutrientes para el olivar cuando se fertirriega con dosis fijas de fósforo y potasio y distintas dosis de N, además de mostrar la importancia del máximo fraccionamiento.
La parte experimental, de comparación de dosis y efecto en el suelo y el olivo se llevó a cabo en fincas colaboradoras del IFAPA, para los ensayos de campo, y en las mismas instalaciones del IFAPA se desarrollaron ensayos controlados en macetas para evaluar el efecto del fraccionamiento de la aportación de los fertilizantes en el fertirriego, como método de aumentar al máximo la eficiencia en el uso de los fertilizantes.
Los tratamientos de fertirrigación fueron calculados en función de una aplicación informática desarrollada por Pastor et al. (2.005), que estima las necesidades hídricas y de nutrientes del cultivo y considera los aportes del agua de riego, lluvia y del suelo, así como el estado nutritivo que presenta el olivo para el cálculo de la dosis de riego y fertilización.
Se observó que en los 3 años trascurridos en los ensayos en campo el tratamiento testigo, con dosis 0 de nitrógeno no llegaba a mostrar síntomas de deficiencias nutritivas, y sólo en el último año se apreciaba una pequeña disminución en la producción. Mientras, los tratamientos con aportes excesivos de nitrógeno, dejaban una gran cantidad de este elemento en forma nítrica en el suelo, sin haber sido consumido por el cultivo y que podría perderse con las lluvias de invierno, lo que supondría un gasto innecesario y una fuente de contaminación de los acuíferos.
Los resultados muestran como los tratamientos fertilizados con la mitad de la dosis calculada como adecuada, asegura un óptimo estado nutritivo del olivo y mantiene concentraciones de nitrógeno en suelo en niveles suficientes para el desarrollo y la producción del olivo a lo largo del tiempo, suponiendo un ahorro de fertilizantes para obtener cosechas competitivas con los otros tratamientos.
Los estudios sobre el máximo fraccionamiento de la dosis, es decir, la comparación entre la aplicación continua de agua y fertilizantes frente a la aportación de agua en todos los riegos y una vez cada semana la aportación la dosis de fertilizantes, llevaron a recomendar el máximo fraccionamiento, es decir la aplicación conjunta en todos los riegos de agua y fertilizantes, ya que permite optimizar el uso de los fertilizantes, adecuándolo a las necesidades del cultivo, y de las infraestructuras de fertirriego manteniendo niveles más altos de nutrientes en el suelo que aplicándolos de forma tradicional, puntualmente a lo largo de un numero determinado de riegos.
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, se aconseja la reducción de las dosis de fertilizantes nitrogenados en la mayoría de las condiciones de cultivo, considerando que los aportes medios de las aguas de riego de las zonas de olivar se muestran altos y en este ensayo han sido suficientes para mantener la producción en los olivos sin fertilización nitrogenadas en el fertirriego. Se muestra la necesidad de realizar por tanto un cálculo más ajustado de las dosis que realmente va a necesitar el olivo y hacerlo con un máximo fraccionamiento que también mejora la eficiencia en el uso de los fertilizantes nitrogenados, suponiendo, tanto un ahorro para el agricultor en la fertilización, como un beneficio social de respeto al medio ambiente.
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