Tras la presentación el viernes del anteproyecto de la Ley del Olivar, COAG-Jaén considera que es muy positivo que el sector posea una normativa propia, pero sobre todo que apueste por el olivar tradicional (que es el predominante en la provincia de Jaén) frente al superintensivo. La ley debe definir un modelo de olivar y posicionarse sobre el que va a apostar. Además, admite que en la exposición de motivos se realiza un diagnóstico bastante bueno del olivar de Andalucía, analizando cual es su situación actual.
Sin embargo, se pretende que la Ley sea un instrumento normativo que regule el sector y la competitividad de las explotaciones, pero “se queda floja en este sentido”, advierte el secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos. Es lo que en argot jurídico se define como una ‘ley en blanco’, es decir, una ley que remite a un texto normativo de rango inferior para regular puntos que deberían regularse en dicha ley. Esto se debe a que muchas partes del texto se presentan con “cierta ambigüedad”.
Concretamente, en lo que respecta al Plan Director que deberá regir las líneas a seguir por el sector, tan sólo lo menciona y expone por encima los fines, pero “estos puntos deben estar muchos más definidos en la Ley del Olivar y de forma mucho más concreta para saber qué camino debe seguir el sector”, subraya Civantos. “La Ley no puede pasar por alto la regulación del mercado”. “Estamos ante una oportunidad histórica para atajar el principal problema del sector, que es la falta de precio. El sector no se encuentra ante un problema estructural, sino de mercado”.
Por otro lado, desde COAG-Jaén esperamos que los plazos sean los más breves posibles. Se prevé que la Ley no esté lista hasta mediados de 2010 y después se da un plazo máximo de un año para plantear el Plan Director. Es decir, no empezarán a ponerse medidas concretas en marcha hasta mediados o finales de 2011. Por ello, “creemos que los plazos deben acortarse todo lo posible, con el fin de que contemos con una herramienta para luchar contra la crisis del olivar cuanto antes y que en este tiempo no se queden por el camino miles de olivareros cuyas explotaciones hoy en día están por debajo de la rentabilidad”, dice Civantos.
Además, el secretario general de COAG-Jaén y miembro de la ejecutiva de la Interprofesional del Aceite de Oliva advierte que en el Consejo Andaluz del Olivar del que habla la ley no se recoge que deberán participar las organizaciones agrarias, cuando “tenemos mucho que decir, ya que representamos al sector”. Igualmente, considera que la ley no aclara su ficha presupuestaria. “¿De dónde saldrán los fondos? Es una pregunta a la que la ley no da respuestas”, subraya Civantos.
En este sentido, el secretario general de COAG-Jaén explica que “nuestra organización está abierta al diálogo para plantear cuantas alegaciones y aportaciones sean necesarias con tal de que la Ley que surja sea lo más completa y útil posible”.
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