Una nueva técnica basada en las huellas digitales genéticas de las plagas puede ayudar a la identificación de los picudos del algodón capturados en trampas. Esta nueva técnica ha sido desarrollada por los científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS). El picudo del algodón apareció por primera vez en EEUU en 1892, en Texas.
Para la erradicación del picudo del algodón se utilizan trampas, junto con el uso de atrayentes químicos llamados feromonas, de forma que se puede determinar dónde y cuándo están los picudos del algodón y en que número. Sin embargo, el problema es que al inspeccionar las trampas se pueden detectar otras especies de gorgojos, o pedazos de gorgojos atrapados que han sido parcialmente consumidos por insectos predadores como hormigas, aumentando el riesgo de una identificación incorrecta y de que se apliquen insecticidas innecesarios.
Los investigadores han desarrollado un método que utiliza marcadores moleculares microsatélites para distinguir entre el picudo del algodón y otras especies, incluyendo los gorgojos que atacan pimiento, arándanos rojos, y pacanas. La huella digital genética del picudo del algodón, observada por electroforesis, es claramente diferente a la de los gorgojos. El método (que obtiene resultados en dos días) también es capaz de identificar los picudos del algodón con solo fragmentos del insecto, incluyendo patas y alas.
Los resultados de esta investigación se ha publicado en ‘Journal of Economic Entomology’.
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