Problema global – Solución de Hypor
A medida que aumenta el tamaño total de las camadas se ha observado también una tendencia al aumento del porcentaje de lechones nacidos muertos. Si analizamos los datos de granjas individuales y sus sistemas de registro de ganado, veremos que en la actualidad es bastante habitual encontrarse con índices medios de nacidos muertos de 1,0 lechones por parto o incluso más. Esto supone una buena oportunidad para mejorar la capacidad de destete mediante la reducción de ese porcentaje de nacidos muertos mediante un buen programa genético y adecuados procedimientos de manejo.
Además del total de lechones nacidos, el programa genético de Hypor contempla aspectos tales como la selección basada en la cantidad de lechones nacidos vivos por camada, lo que resulta de gran ayuda a la hora de mantener el número de nacidos muertos en un nivel razonable. Fijarse sólo en el tamaño de la camada puede suponer un menor peso de los nacidos y una disminución de la uniformidad. El tamaño de los lechones y la calidad de sus rasgos tienen una correlación negativa. Centrar un programa de selección y genética en un único rasgo podría, indirectamente, llevar a otros rasgos negativos relacionados en una dirección no deseada.
El peso al nacer es una característica que juega un papel más importante cuando tenemos en cuenta la calidad y capacidad de supervivencia. Rasgos como el peso medio al nacer y el peso total al nacer tienen una alta heredabilidad, 0.25 y 0.15, respectivamente. Los lechones pequeños (<800 gramos) y las camadas no uniformes también cuentan con una alta heredabilidad, lo que significa que hay potencial para la mejora genética. Características como el número de lechones pequeños y la uniformidad de la camada al nacer tienen una heredabiliad de 0.10 y 0.7 respectivamente.
Un buen manejo es fundamental
Otro de los aspectos que pueden influir también en el control de las bajas al nacer es la aplicación de medidas de manejo adecuadas antes y durante el proceso de parto. Una reducción del 0.3 en cuanto al número de lechones nacidos muertos por camada, lo que es relativamente fácil de alcanzar en la mayoría de las granjas, implicará un incremento de 1.4 lechones destetados por vida productiva de cada cerda, así como un aumento de casi 10 Kg en cuanto a capacidad de destete.
Se entiende por “lechones nacidos muertos” aquellos animales que mueren durante el proceso de parto por una disminución o bloqueo del flujo de sangre que atraviesa el ombligo hacia la placenta, producido por las contracciones del útero, y que ocasiona la muerte por asfixia de los lechones.
Existen múltiples factores que determinan el índice de lechones nacidos muertos, la mayoría de ellos relacionados con el estado de la madre y el proceso de parto. El ciclo reproductivo en que se halle la madre es el factor de mayor influencia, ya que a partir de la segunda camada se produce un aumento progresivo del número de nacidos muertos, que alcanza los máximos valores a partir del sexto ciclo en adelante. Las madres que paren camadas grandes suelen tener un número mayor de nacidos muertos. Del mismo modo, aquellas que han tenido uno o más lechones nacidos muertos en la última camada tienen más riesgo de padecer el mismo efecto en las camadas siguientes.
El índice de lechones nacidos muertos está íntimamente ligado a la duración del parto, que habitualmente oscila entre las dos o cinco horas, si bien la mayoría de las cerdas suelen parir en un tiempo de entre dos y tres horas. Como el riesgo de bloqueo del flujo sanguíneo umbilical aumenta a medida que se prolonga el parto, se suelen asociar los partos más largos a un número mayor de lechones nacidos muertos.
El otro factor importante que influye en el número de bajas al nacer es la fase en que se halle el parto, ya que la mayoría de las muertes se producen en el último tercio del proceso de parto y un 70% afecta a los tres últimos lechones.
Para gestionar de la mejor forma posible los tiempos durante el proceso de parto, sería importante identificar a aquellas cerdas con mayor probabilidad de parir lechones nacidos muertos (atendiendo al ciclo reproductivo en que se encuentren, a su historial previo…) e incluir una anotación al respecto en sus fichas de parto. Así se podría prestar más atención a las cerdas de mayor riesgo y obtener un manejo más efectivo.
Supervisión
Para lograr un impacto significativo sobre el índice de nacidos muertos, es esencial supervisar adecuadamente todo el proceso de parto lo que, en la mayoría de los casos, implicará la inducción de un número elevado de partos. Antes de ello, es importante conocer la duración media de la gestación para los partos naturales de la cabaña en su conjunto y también por ciclo, ya que los datos varían de una granja a otra.
Para conseguir que los lechones tengan un peso lo más alto posible al nacer es importante no inducir el parto con demasiada anterioridad a la fecha media de finalización de la gestación.
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