El Ministro de Comercio de Australia, Simon Crean, ha criticado duramente la campaña británica “Food for miles” que pretende promover el consumo de productos de proximidad por razones medioambientales; tachándola de simplista y de encubrir puro proteccionismo comercial.
La campaña “Food for miles” pretende que los productos alimentarios lleven el etiquetado indicación de su denominada “huella de carbono” (carbon print), una estimación de la emisión de gases de efecto invernadero que supone su comercialización, pretendiéndose que los productos locales, que se transportan a menor distancia se vean favorecidos.
Sin embargo, para el ministro australiano esto es excesivamente simplista ya que para conocer realmente la huella del carbono de un producto en todo caso se deberían tener en cuenta las emisiones totales de toda la vida del producto, desde que se siembran las semillas o nacen los animales, así como incluir las emisiones derivadas del consumo de insumos, y no solamente las distancias del transporte.
El transporte marítimo es el más eficiente desde el punto de vista energético. Un producto llevado por barco desde Australia a Reino Unido supone las mismas emisiones que un camión desde el sur de Europa. Un producto transportado larga distancia puede suponer menos emisiones que uno producido localmente con gran consumo de insumos (p.e. las hortalizas de invernadero con calefacción).
Según un reciente estudio de la Universidad Lincoln de Nueva Zelanda la “huella de carbono” global de manzanas, cebollas y cordero producidos en Nueva Zelanda y puestos en el Reino Unido es substancialmente menor por tn que los productos equivalentes en el Reino Unido, a pesar de la distancia. En el caso concreto del cordero es cuatro veces inferior.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.