Los lechones que son alojados a temperaturas entre 13-15ºC tendrán una mayor ingesta de alimentos y un crecimiento más rápido, de acuerdo con un estudio realizado por el grupo de Ciencias Animales de la Universidad de Wageningen (Holanda).
Al destete, los cerdos alojados a temperaturas alrededor de los 15ºC eran un 1,4 kg más pesados que los alojados a la temperatura convencional de 22ºC. Dos semanas después del destete, la diferencia era de 2,2 kg y a las cuatro semanas, de 2,3 kg.
Las ventajas del alojamiento a temperaturas más bajas son que cuando el lechón llega al cebo, su mayor peso, supone un incremento en el precio de unos 5 € en relación con los alojados de forma convencional. Además, esta forma de alojamiento implica un ahorro de energía de unos 0,8 €/lechón.
Por el contrario, una de las desventajas es un mayor número de aplastamiento por parte de la madre. La falta de calor hace que los lechones se aproximen mucho a la madre en busca de calor, aumentando el riesgo de que su madre les aplaste. Por este motivo, los investigadores recomiendan que entre las 2-3 primeras semanas de vida se mantenga la temperatura convencional y que después, ésta se reduzca.
Otra de las desventajas del alojamiento con frío es que los cerdos tienen más grasa y menos porcentaje de carne. Los científicos recomiendan que para evitar que los animales se engrasen demasiado no habría que bajar la temperatura por debajo de los 15ºC.
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