León, 25 de julio de 2006. El otro día, mientras conducía hacia Valladolid para mantener una reunión con el Partido Socialista sobre las nuevas políticas de Desarrollo Rural, me vino a la cabeza lo que un paisano me había dicho mientras tomaba café en el bar del pueblo. “Mira Juancho lo que escriben los periodistas de como están en Mansilla con squash, piscina.. eso si que es vivir bien y no esas historias que nos contáis desde los sindicatos con eso del desarrollo rural”.
Más allá de todo lo demagógico y de chiste fácil que tiene ese razonamiento, a ninguno nos gusta que nos recorte nuestra libertad que, en buena parte de los casos, es lo más preciado que tenemos, lo cierto es que pensamientos como ese están cada vez más presentes entre los hombres y las mujeres del campo que ven como su bienestar depende ya más que nada del coche o del vehículo que les lleva hasta León.
Estos días se ha hablado y mucho sobre Desarrollo Rural, aunque es cierto que es uno de los temas más recurrentes para nuestros políticos junto con el de la Despoblación, quizás por que es fácil pasarse horas y horas lanzando bonitos discursos, escribir estupendos Libros Blancos para que decoren las estanterías de las Consejería y Ministerios, pero que, a la larga, se acaban quedando en palabras que no se plasman en nada o en casi nada.
La lluvia de cifras lanzadas por unos y por otros son realmente mareantes, miles y miles de millones de euros que se pasean por nuestra geografía rural como si nada, presupuestos multimillonarios, ahora menos porque ya hemos dejado de ser Objetivo 1, que parece podrían servir para aliviar los delicados momentos por los que pasan nuestros pueblos, pero lo cierto que a la hora de la verdad apenas se sienten en el día a día. Por cierto esa etiqueta, la de Objetivo 1 es ¿ buena o mala?, ¿salimos de esa denominación por que hemos mejorado nuestra situación o por que han llegado otros que están peor?, todo depende del cristal, político, con que se mire.
Esto del Desarrollo Rural, la verdad, parece que va por modas y por épocas, hubo un momento que todo era hacer frontones, canchas de fútbol y baloncesto o piscinas, que imagen cuando pasas por los pueblos y están vacías, pero claro ¡¡¡¡ no hay niños o jóvenes !!!!! que las disfruten salvo en verano y, los jubilados no están para esos trotes tras una vida de duro trabajo; ahora, sin embargo parece que está más de actualidad el turismo y las casas rurales, ¡¡¡ incluso hay gente que viene el fin de semana a trabajar en las tierras para relajarse del estrés de las ciudades !!!. Ver para creer.
Lo cierto, y permitidme las bromas anteriores, es que el Desarrollo Rural o mejor sería decir el Mantenimiento Rural, es otra cosa. Es cuestión de creerse, pero de verdad, que nuestras comarcas, que nuestras localidades… tienen futuro, que los agricultores y ganaderos que son los que generan auténticamente empleo y una economía dinámica van a “tirar de ese carro” motivo por el hay que mimarlos y no conducirlos hacia un callejón sin salida en el que se conviertan, nos convirtamos, en una especie en extinción que los urbanitas van a ver y observar con sus prismáticos en sus fines de semana de relax como si de los animales de cualquier zoo se tratase.
Las políticas de Desarrollo Rural deben dejar de ser una “merienda de políticos” en las que se reparte a quién le “toca” un Proder o un Leader con sus fondos correspondientes para apoyar a los de mi partido mientras hago la vida imposible a los del otro. Se debe tratar de actuaciones eficaces y efectivas para los pueblos, no exentas en buena parte de los casos de cierto carácter sentimental que muchas veces se ha abandonado en pro de este materialismo que nos inunda, por desgracia, a todos
Para acabar este artículo antes de que mis lectores, básicamente mi mujer y mis hijos, se cansen me gustaría lanzar un reto a nuestros políticos en esto del Desarrollo Rural. Aún recuerdo, y no soy tan mayor, cuando los médicos, los maestros… de cada pueblo vivían en ellos, algo prácticamente impensable en estos momentos incluso en los más grandes, vamos entre todos a intentar y lograr que regresen allí a donde imparte sus clases o donde cumplen su juramento hipocrático, sin lugar a dudas que eso si que sería un gran triunfo de estas políticas y significaría, además, que los servicios sociales con los que contamos se equiparán de una vez con los de las ciudades, por que está claro que en calidad de vida les superamos aunque no tengamos El Cortes Inglés.
Desarrollo Rural es algo más que repartirse Proder y Leader o hacer casas rurales.
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