Madrid, 7 de marzo de 2006. El pasado lunes, viticultores franceses del departamento de Herault vaciaron 3 camiones cisterna con vino de España y 1 con vino de Italia, en protesta por la grave crisis de precios que padecen y ante la falta de medidas de la Administración francesa para solucionarlo, ya que culpan al vino español e italiano de los bajos precios que están obteniendo por sus vinos.

Esta situación no es nueva; el pasado verano, volvieron a ser viticultores franceses los que atacaron, vaciaron y volcaron la carga de camiones que transportaban fruta española a los mercados europeos, en protesta por los bajos precios que cobraban por la suya, recordando hechos de los años noventa.

Ante estos acontecimientos, en el mes de julio de 2005, COAG presentó una denuncia de los hechos ante la Dirección General de Comercio Interior de la Comisión Europea, que procedió a archivarla ya que “los actos no se producían de una forma continuada”.

En declaraciones a medios de comunicación franceses, el secretario general del Movimiento de defensa de las explotaciones familiares (MODEF), Serge Lépine, ha indicado que “a partir de ahora, éstos actos se van a multiplicar”. El propio ministro francés de Agricultura, en un comunicado hecho publico ayer, condenó estos hechos y los tachó de inaceptables, comprometiéndose a aportar soluciones concretas para la economía del sector en estas zonas.

COAG, aunque comparte con los viticultores franceses su desesperación ante la pérdida de renta que sufren, puesto que en algunas zonas productoras de España se produce una situación similar, rechaza de forma contundente estos actos vandálicos y exige a la Comisión Europea medidas contundentes para que no se vuelvan a producir.

Para el responsable de vino de COAG, Manuel Sánchez-Brunete, ésta solución debe ser global para el sector vitivinícola europeo, encuadrarse en el marco de la reforma de la OCM y a través de la mejora del precio de la uva percibido por el productor que repercuta positivamente en su renta