27 de diciembre de 2005. La ministra Elena Espinosa ha comparecido hoy en el Pleno de Agricultura del Senado para explicar la situación y medidas adoptadas por el Gobierno para evitar la extensión de la influenza aviar, una enfermedad que, ha destacado la ministra, no solo se ha conseguido que no llegara a España, sino que también se ha logrado la recuperación del consumo de la carne de ave, lo que demuestra la eficacia de las medidas adoptadas hasta el momento.
Tras insistir en que la enfermedad sigue siendo en Europa un problema que se ciñe exclusivamente al ámbito de la sanidad animal, y dentro de esta a una política sanitaria de prevención, la ministra ha afirmado que el Gobierno no disminuirá el estado de alerta y prevención hasta que la situación mundial con respecto a la influenza aviar se normalice.
En este sentido Elena Espinosa ha recordado que la enfermedad está siguiendo el patrón descrito por los expertos científicos, transmitiéndose a través de las rutas migratorias de las aves silvestres, o por el comercio de aves procedentes de países infectados, por lo que el amplio conjunto de medidas adoptadas resulta de gran eficacia tanto en materia de prevención como de control.
La ministra ha efectuado un rápido repaso de las medidas preventivas encaminadas a evitar la entrada de la enfermedad, tanto en lo relativo al contacto entre las aves silvestres y de corral, como en lo relacionado con el comercio y las concentraciones de aves, señalando que también se han adoptado medidas relativas a dos actividades de gran importancia medioambiental y cultural, como son las aves de zoológico y las palomas deportivas, de gran arraigo en nuestro país, frente a cuyo contagio también se han dictado disposiciones de protección.
Se han puesto también en marcha, ha destacado Elena Espinosa, otro conjunto de medidas orientadas a controlar la enfermedad en caso de que apareciese un foco, mediante un programa de vigilancia activa que lleva a un muestreo sistemático, y otro de vigilancia pasiva, que se activa en caso de sospecha clínica.
El sistema de vigilancia activa, ha explicado la ministra, se basa en análisis laboratoriales realizados en las granjas, que por su situación geográfica, nivel de bioseguridad, tipos de aves criadas, o tipo de producción, reúnen las características más idóneas para ser contagiadas por el virus.
A este sistema de vigilancia activo, ha añadido Elena Espinosa, que incluye el control que se está realizando a las aves silvestres, se une el sistema de vigilancia pasivo, basado en la capacidad de comunicación de una sospecha por medio de la observación clínica de síntomas y signos.
Como ultimo paso, ha indicado la ministra, y en la hipótesis de que fuese confirmada la presencia de la enfermedad, se pondrían en marcha dos estrategias para controlar rápidamente el foco, que podrían ser complementarias, por una parte el sacrificio masivo de aves y por otro la vacunación preventiva, para lo que se ha creado un banco de vacunas frente a la influenza aviar, compuesto por 10 millones de dosis, lo que demuestra que estamos preparados para afrontar una posible entrada en nuestro país de la enfermedad.
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