Tras el desconcierto inicial con la declaración de lengua azul la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía realizó un programa de medidas a adoptar. Desde el primer momento el sector ganadero se afanó en la máxima colaboración, concretamente Asaja-Cádiz estableció un departamento para asistir a los ganaderos en dicha crisis que ha venido cooperando con la Consejería de Agricultura y Pesca.
Los acuerdos adoptados por el Director General de la Producción Agraria, D. Manuel Sánchez han sido celosamente respetado por ambas partes. Sin embargo, desde hace algo más de un mes la intervención del Delegado provincial en el proceso administrativo ha deteriorado el sistema hasta el extremo de que en vez de aumentar la eficacia en resolver los expedientes éstos se han visto ralentizados. Donde antes de tardaba 7 días en obtener el permiso de movimiento especial ahora tarda más de un mes.
Por otro lado, la provincia de Cádiz continúa siendo la única zona donde se siguen declarando focos de la enfermedad, lo que hace imposible que se puedan apagar los focos activos y que pasemos administrativamente a zona restringida. Es como si el mosquito (único vector de la enfermedad) hubiera recibido instrucción acelerada y precisa en el conocimiento de los límites provinciales.
La ganadería gaditana se caracteriza por ser extensiva, esto quiere decir que depende de su movilidad para gestionarse. La alimentación con la sequía se ha complicado al haber mucha menos comida en el campo. En la provincia no hay estructura de “cebaderos” y más de 50.000 becerros tienen que trasladarse fuera en próximas fechas. A las vacas hay que cubrirlas y es necesario para ello que concurran los toros. En definitiva, no se puede tener más tiempo coartados los movimientos pecuarios. Mantener inmovilizado el ganado, es condenar a la ganadería a desplomarse y, con ella, gran parte de la economía rural de la provincia.
Alimentar el ganado está suponiendo un enorme sobrecoste muy por encima de las posibilidades económicas de los ganaderos. Hace mas de tres meses que se declaró la enfermedad y aún no hay respuesta de las ayudas que el Gobierno español iba a pedir en Bruselas, equivalentes a las que en su día se arbitraron para atender las consecuencias derivadas de las “vacas locas”.
Teniendo en cuenta que Cádiz, está entera inmovilizada por la “lengua azul”, y siendo ésta la provincia andaluza con mayor cabaña de vacuno y con importante producción de ovejas y cabras, el Consejero de Agricultura debería haberse reunido con los representantes de los ganaderos en su visita de hoy a Jerez.
Jerez a 24 de enero de 2005
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.