Varias han sido las modificaciones que la Comisión ha introducido en una propuesta para modificar la actual directiva de los aditivos alimentarios que no son ni colorantes ni edulcorantes (Directiva 95/2/CE). Una de ellas es la reducción de los contenidos de nitratos y nitritos en los productos cárnicos, tales como la charcutería y los salazones. Estos aditivos se usan para evitar que los productos se estropeen durante el proceso de producción, así como impedir la contaminación microbiológica por bacterias tales como C.botuli. Dentro de los productos, los nitritos y los nitratos se transforman en nitrosaminas. La finalidad de limitar la utilización de estos aditivos es reducir los niveles de nitrosaminas.
En abril de este año, la Comisión suspendió el uso en el mercado comunitario de ciertos aditivos alimentarios derivados de algas y/o gomas, destinados a las gelatinas que se venden en porciones individuales, especialmente elaboradas para niños. Con la propuesta de modificación, esta suspensión se transformaría en prohibición permanente.
Asimismo, también se propone que se retire la autorización para el uso del paraben propil (E216) y su sal de sodio (E217). La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha estado revisando el uso de los p-hidroxibenzoatos (parabenes) y sus sales sódicas (E214-219), pero no ha sido capaz de establecer una ingesta diaria aceptable para el caso del E216 y E217, debido a que no se ha constatado un claro nivel de «efecto adverso no observado».
La modificación de la actual directiva también propone la utilización de cuatro nuevos aditivos: la etil celulosa, el eritritol, el 4-hexyl resorcinol y la hemicelulosa de grano de soja.
Estos cambios propuestos por la Comisión tendrán que ser aprobados por codecisión, por el Consejo y el Parlamento Europeo.
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