Una leche fermentada, realizada con leche desnatada y un cultivo de lactobacilus, podría favorecer el descenso de la presión arterial. Esta bebida es producida por la empresa alimentaria japonesa Calpis.

El Dr. Shunsaku Mizushima de la Universidad de Tokyo llevó a cabo un estudio con 46 hombres hipertensos, con edades comprendidas entre los 23 y 59 años. Diariamente, una parte de los participantes tomaban la bebida láctea y la otra parte, un placebo. En las cuatro semanas que duró el ensayo, se comprobó que en las personas que habían tomado la bebida láctea, se constataba un descenso medio de su presión arterial en 5,2 puntos. Los resultados de este trabajo han sido publicados en el número de agosto de la revista American Journal of Hypertension.

Ya con anterioridad, la empresa láctea finlandesa Valio inició la comercialización de una bebida láctea fermentada que controla la presión arterial. El ingrediente activo son unos tripéptidos derivados de la leche, que según la empresa, se ha demostrado que controlan la presión arterial. Esta bebida se comercializa bajo la marca LH, y se inició su venta en Finlandia en noviembre de 2000 y a finales del pasado año, en Islandia.